Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Recomendaciones para cotizar un servicio de revisoría fiscal en las PH – Carlos Humberto Sastoque


Particularmente en las grandes y medianas ciudades existen muchas de estas propiedades; pero no todas están obligadas a tener revisor fiscal. Según el artículo 56 de la Ley 675 de 2001, deben tenerlo las propiedades de uso comercial y las de uso mixto –vivienda, comercio, industria y/o oficinas– y aquellas otras en las que sus estatutos así lo prevean o en las que la asamblea de copropietarios decida que lo haya.

Muchos colegas consideran que la revisoría fiscal en estas propiedades y conjuntos es una actividad de menor importancia y, por ello, no le prestan la debida atención, la ejercen con grandes deficiencias y, como si fuera poco, cobran muy barato –casi regalan– este servicio profesional.

Deber tenerse en cuenta que la normatividad legal colombiana no ha establecido responsabilidades menores ni parciales para estas revisorías fiscales. Por conocimiento directo como asesor contable del departamento jurídico de la Junta Central de Contadores, sé que un alto porcentaje de denuncias contra contadores públicos por violaciones al Código de Ética se han instaurado contra revisores fiscales de propiedades horizontales y conjuntos residenciales y que el tribunal disciplinario –ante las evidencias innegables- ha aplicado bastantes sanciones a estos profesionales.

Recomendaciones

Como una contribución a los colegas que laboran en este campo o que deseen incursionar en él, les recomiendo tener en cuenta lo siguiente al cotizar sus servicios:

1. No presente su cotización o propuesta de servicios sin averiguar datos fundamentales, que le permitan calcular el tiempo que necesitará dedicar a su labor, para así presupuestar unos honorarios dignos.

2. Averigüe cuántas unidades residenciales (casas o apartamentos) y cuántos locales comerciales, industriales o de oficinas tiene el edificio o conjunto residencial.

3. Solicite los estatutos de la copropiedad o conjunto residencial y el reglamento propio, para que así pueda tener un conocimiento global de las actividades que funcionan bajo la responsabilidad de la administración, volumen y complejidad de operaciones.

4. Examine rápidamente los últimos estados financieros que estén disponibles, libros de contabilidad y documentos de soporte. Así podrá reforzar su visión sobre volumen y complejidad del trabajo a realizar como revisor fiscal.

5. Pregunte qué construcciones, reparaciones y mantenimiento de cuantías importantes y duración larga se están haciendo en la copropiedad o están proyectadas para hacerse en los próximos meses. Si los hay, o habrá, esto podría significar que usted deberá dedicar tiempo adicional con relación al originalmente previsto.

6. Hable con la persona encargada de la administración. Pídale que le relate rápidamente los principales problemas y aspectos sobresalientes de la copropiedad. Pregúntele cuánto le pagan –por mes o por año– al revisor fiscal actual y, de ser posible, qué valor hay presupuestado para el nuevo período.

Probablemente, en un buen número de casos, no le darán esta información. En este caso le tocará presupuestar su tiempo y proponer una tarifa que usted considere justa; pero teniendo en cuenta que estas propiedades horizontales y conjuntos residenciales no acostumbran pagar honorarios altos.

Recomendamos no aceptar honorarios mensuales por menos del equivalente a un salario mínimo mensual legal vigente. Cobrar menos es ridículo y atenta contra todos los profesionales de la contaduría pública.
Busque en “www.ctcp.gov.co”, la orientación profesional sobre honorarios profesionales emitida por este Consejo en 2009. Y trate de aplicar las tarifas que allí encuentre.

Si cree que el presupuesto que tiene la entidad para sus honorarios está muy por debajo de lo que usted considera justo, no haga cotización.

7. Si puede, hable con el revisor fiscal actual e indague con él muchas cosas sobre el volumen y complejidad del trabajo a realizar. Busque este contacto de manera diplomática. Recuerde que su colega no está obligado a darle información y que, tal vez, se abstendrá de ello para no poner en riesgo su continuidad en el cargo; si esto sucede no se altere.

8. Llegue a su casa o a su oficina y analice con calma la información obtenida.

9. Léa la orientación profesional número 4 del año 2008 del Consejo Técnico de la Contaduría Pública y tome conciencia de la responsabilidad profesional que deberá asumir si lo eligen como revisor fiscal.

10. Ahora sí comience a preparar su cotización o propuesta de servicios, para lo cual le sugiero que, en orden, incluya por lo menos los siguientes puntos:

10.1 Objeto.

10.2 Alcance.

10.3 Metodología aplicable.

10.4 Programa de trabajo.

10.5 Requerimientos de información.

10.6 Espacio físico y equipos necesarios.

10.7 Informes a presentar.

10.8 Honorarios y forma de pago.

11. Lea con detenimiento y realice las modificaciones y correcciones necesarias.

12 Hechas todas las correcciones, lleve o envíe su propuesta.

13. Si este escrito le resulta útil, no me dé las gracias. Solamente disfrute de su trabajo y de sus honorarios.

14. Tenga en cuenta la aplicación de las NIF, Normas de información financiera establecidas para esta clase de entidades.

Carlos Sastoque M.

Contador Público; coautor de los libros ‘Iniciación a las NIIF’ y ‘Valor Agregado de la Revisoría Fiscal’.

De igual manera, ha ocupado los siguientes cargos: Asesor del Consejo Técnico de la Contaduría y de la Junta Central de Contadores, miembro de la Junta Central de Contadores, Director Ejecutivo del Colegio de Contadores Públicos de Colombia, Vicepresidente Técnico de la Confederación Iberoamericana de Contadores Públicos; Director Ejecutivo y Secretario General de la Confederación de Asociaciones de Contadores Públicos de Colombia, CONFECOP.

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