De acuerdo con las indicaciones de la NIC 40 de Propiedades de Inversión, éstas se reconocerán como activos cuando exista la probabilidad de que generen beneficios económicos futuros y su costo pueda ser medido fiablemente.
La compañía debe evaluar todos los costos asociados con la propiedad de inversión, incluyendo los incurridos para la adquisición o para la construcción de una partida de propiedad, hasta los costos asumidos posteriormente para sostener dicho elemento; adicionalmente, debe tenerse presente que no se reconocerán los costos del mantenimiento diario de la propiedad.
Observemos este ejemplo:
El 1 de enero del 2014, se compró un bloque de oficinas por $100.000.000; la adquisición implicó costos legales directos e impuestos no recuperables por transferencia de $100.000 y $500.000 respectivamente. El mismo mes, la entidad remodeló el edificio, transformándolo en apartamentos residenciales para arrendar a terceros independientes mediante arrendamientos operativos. Los desembolsos incurridos al remodelar el edificio fueron:
Descripción | Valor |
---|---|
Permisos de Planificación. | $10.000.000 |
Costos de Construcción. | $40.000.000 (incluye 600.000 de impuestos recuperables). |
Bajo este panorama el costo del edificio en su reconocimiento inicial, debe calcularse así:
Descripción | Costo |
---|---|
Precio de compra | $ 100.000.000 |
Impuestos por transferencias | $ 500.000 |
Costos legales | $ 100.000 |
Permisos de planificación | $ 10.000.000 |
Contratos de construcción ($40.000.000 – $600.000 de impuestos recuperables) | $ 39.400.000 |
Impuesto servicio a la propiedad (se capitalizan los 9 primeros meses) | $ 9.000.000 |
Reconocimiento inicial Propiedad de Inversión | $ 159.000.000 |
También puede consultar:
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