Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
* Foto: elcolombiano.com
El presidente del consejo directivo del Consejo Privado de Competitividad afirma que confía en la reforma tributaria presentada por el Gobierno. Para él, esta se requiere con urgencia ya que se necesitan más recursos, pocos pagan mucho y solo un número mínimo de personas pagan impuestos.
Durante la presentación del Informe Nacional de Competitividad, quedó claro que la discusión sobre la reforma tributaria es lo más importante del año en materia económica.
El presidente de Promigás y del consejo directivo del Consejo Privado de Competitividad –CPC–, Antonio Celia Martínez Aparicio, pidió a los congresistas que “por primera vez dejen los intereses a un lado y se dediquen a explicarle a sus electores por qué es tan importante que se apruebe la reforma”.
El empresario enfatizó en que, durante el trámite del proyecto, “no debería alterarse mucho la reforma que presentó el ministro de Hacienda”.
Desde su punto de vista, la inequidad y la baja progresividad de los impuestos en el país ocasiona que pocos paguen mucho y, aunque a varios sectores de la economía nacional les sea indiferente si deben tributar o no, en esta ocasión es necesario que se estructure un modelo sostenible.
“Es sabido que se requiere con urgencia la reforma tributaria. La plata del petróleo ya no está y necesitamos más recursos. Pocos pagamos mucho y solo 1,8 millones de personas pagan impuestos”, dijo Martínez Aparicio, quien además agregó: “Deberíamos todos hacer un acuerdo para no alterar sustancialmente la reforma tributaria presentada por el Gobierno, que no es perfecta pero sí buena. A todos nos conviene una reforma que perdure”.
Respecto a la paz, Martínez Aparicio dice que es una condición indispensable no solo para aumentar la productividad de la economía, sino también para la competitividad del país.
“Invito a buscar consensos sobre todo en el pacto por la paz. Implementar los acuerdos correspondientes. La paz es buena para los negocios y los negocios son buenos para la paz. En paz, el país es menos difícil de gobernar. El Estado tendrá menos excusas para no llegar a donde corresponda para ejercer el imperio de la ley y el orden. Será más fácil mejorar nuestra competitividad”, puntualizó.
Sobre la competitividad del país, Colombia presenta un rezago en materia de instituciones, infraestructura, salud, educación y eficiencia del mercado, a causa de lo cual parece lejano el objetivo de ser la tercera nación más competitiva de América Latina a 2032.
Desde el punto de vista del Consejo Privado de Competitividad, el país “necesita profundizar y acelerar los esfuerzos en los puntos básicos de la economía, tales como educación, salud, mercado laboral, entre otros”.
Colombia está ubicada en el puesto 61 entre 140 economías en el Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial, documento que sirvió como base para la realización del informe nacional del CPC.
Sobre el tema, Martínez Aparicio, insistió en que debe prestarse especial atención en dos frentes: las instituciones y la tributación. «En el primero, el costo competitivo de la corrupción le sigue pasando factura al país; a su vez, el segundo frente se ha consolidado como uno de los obstáculos más grandes para la inversión en el territorio nacional», indicó.
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