Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La regla fiscal se creó con el objetivo de que la política fiscal fuera predecible y estable. La regla trae consigo unas metas de reducción de déficit, y un sendero de reducción de deuda, que deben actuar como ancla en materia fiscal. ¿Cómo pinta para los años que vienen?
La regla fiscal es un tipo de ‘camisa de fuerza’ que por ley tiene el Gobierno para que los gastos no excedan sus ingresos en cierto porcentaje frente al tamaño de la economía –PIB–. Si no se cumple con dicha regla en materia de déficit fiscal, las calificadoras de riesgo pueden reaccionar con decisiones sobre la calificación crediticia del país. Por ejemplo, la reforma tributaria de 2016 se hizo pensando en cumplir la meta en materia de déficit fiscal para no perder la calificación crediticia.
Como lo registró Blu Radio, el pasado 8 de mayo sesionó el Comité Consultivo para la Regla Fiscal, organismo independiente al Gobierno, al que pertenecen Miguel Urrutia, exgerente del Banco de la República; Ramón Javier Mesa, delegado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia; Guillermo Perry, profesor de la Universidad de los Andes; Leonardo Villar, director de Fedesarrollo, entre otros.
Este comité define la regla fiscal o el déficit que debe tener Colombia durante los próximos años. Este grupo tomó la decisión de flexibilizar la regla fiscal para que esta camisa de fuerza no apriete tanto en los próximos años al permitir déficits más altos. Lo anterior quiere decir que los próximos gobiernos se deben seguir apretando el cinturón en las finanzas, pero ya no tanto como estaba establecido hasta hace unos días.
Según este comité, la meta de déficit fiscal para este año se mantiene en 3,1 %, sin embargo, subió para 2019 de 2,2 % a 2,4 %. Por su parte, para el 2020 subió de 1,6 % a 2,2 %, asimismo en el 2021 de 1,3 % a 1,8 % y finalmente en el 2022 de 1 % a 1,5 %. Según la nueva regla fiscal, la meta de déficit de 1 % del producto interno bruto, que sería lo ideal, ya no es necesario alcanzarla en el 2022, sino en el 2027.
Como lo publica La República, las nuevas proyecciones del comité abren un espacio para que el país logre cumplir con la regla fiscal, que ha sido clave para ajustar en parte las finanzas y brindar confianza a los inversionistas extranjeros, los mayores tenedores de deuda pública doméstica colombiana. El comité mantuvo en un 3,1 % del PIB la proyección de déficit fiscal para este año.
Así mismo, el comité ajustó la brecha de precios del petróleo. Como lo publicó DataIFX, el comité revisó al alza la previsión para el precio del Brent desde USD 60 hasta USD 65 para 2018. De cara a 2019, el pronóstico se mantuvo en USD 65. Para 2020, revisó la proyección a la baja desde USD 70 hasta USD 65. Entre 2021 hasta 2025 la previsión la mantuvo en USD 70. Por su parte, los niveles de largo plazo estimados se redujeron. En conclusión, las nuevas proyecciones apuntan a una brecha negativa en los precios del crudo a partir de 2019. Al respecto, el comité decidió utilizar la senda de largo plazo como el nivel de precios proyectado.
Mauricio Cárdenas, ministro de hacienda, ha manifestado en diversos medios de comunicación que los precios del petróleo son coyunturalmente altos.
«Vamos a hacer los ejercicios del presupuesto de 2019 con un precio de USD 65, el precio promedio ha estado en USD 68 en lo corrido del año. Este es 10 dólares más del promedio del año pasado. Esto representa 4 billones en ingresos fiscales que va a recibir el próximo Gobierno.”
Frente a las cifras del marco fiscal de mediano plazo, Cárdenas dice que se deben manejar las del petróleo anteriormente dichas, junto con un crecimiento entre el 3,3 % y el 3,5 % el próximo año. «Estos porcentajes no están cerrados. La economía está en recuperación. El panorama luce más despejado, los analistas coinciden en esa visión, prevén que este año va a crecer 2,7 %”, ha dicho a los medios de comunicación.
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