Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Wilmar Franco Franco, presidente del CTCP, afirma que la pandemia ha traído una gran oportunidad para que los contadores nos convirtamos en generadores de valor para las empresas.
El área más importante de trabajo, contrario a lo que muchos creen, es la de los servicios relacionados y no los de contabilidad financiera, revisoría fiscal y aseguramiento.
Wilmar Franco Franco, presidente del Consejo Técnico de la Contaduría Pública -CTCP-, también se une a esta celebración del Día del Contador Público.
Afirma que al hablar sobre la modernización de la profesión contable, los problemas deben analizarse desde una perspectiva amplia que considere a todos los grupos de interesados en la información económica y financiera.
«Por lo anterior, al hablar de modernización lo más relevante es plantear la discusión en términos de capacidades que mejoren la infraestructura contable del país. También es fundamental trabajar en mejorar las capacidades humanas, principalmente lo relacionado con la formación inicial, antes del grado, y el desarrollo profesional continuo», piensa.
Para él, también se le debe prestar atención a la habilitación y acreditación profesional, una habilitación general y vitalicia, y por una única vez, es un asunto que debe ser revisado, «lo que ayudaría a mejorar la calidad de los servicios suministrados y las remuneraciones que perciben los contadores».
La revisión del sistema de supervisión, monitoreo y cumplimiento es otro tema de alta importancia.
Este debe dar mayor énfasis a las entidades de interés público, entendidas como aquellas con grupos más amplios de interesados, en principios de independencia, transparencia, rendición de cuentas, confidencialidad, proporcionalidad, y establecer mecanismos de cooperación y coordinación, explica Franco.
Franco destaca las funciones principales del CTCP, como autoridad de normalización técnica, como son: recomendar al Gobierno nacional las normas de contabilidad, información financiera y aseguramiento de información, conforme a los requerimientos de la ley, y dar orientación sobre dichos marcos.
«No obstante, la convergencia entendida como el proceso seguido por un país para establecer mejoras en las capacidades, requiere acciones en diversas áreas, esto es, en sus marcos legales y regulatorios, en su marco institucional, en las capacidades humanas y en el proceso seguido para establecer planes de mejora», afirma.
Por lo anterior, el rol de las diferentes autoridades, incluido el CTCP debería ser el de establecer planes de mejora, identificando aquellos asuntos que son clave y que generarían mayor impacto, mejorando la infraestructura contable del país.
Aun cuando no es un asunto nuevo, dice Franco, la pandemia aceleró el uso de nuevas tecnologías de la información y ha cambiado las formas de trabajo de los contadores, impactando las prácticas profesionales.
«Si dichas prácticas se entienden únicamente en el contexto de la contabilidad y auditoría financiera, o como teneduría de libros, que puede ser ejercida libremente en el país, se podría pensar que la contaduría es una profesión condenada a desaparecer», reflexiona.
No obstante, para él, son muchos los servicios que prestamos los contadores públicos habilitados para el ejercicio profesional. El área más importante de trabajo, contrario a lo que muchos creen, es la de los servicios relacionados y no los de contabilidad financiera, revisoría fiscal y aseguramiento.
«Otros servicios a las empresas, por ejemplo, los de contabilidad administrativa, de costos, gubernamental, de recursos humanos, de responsabilidad social, y de impuestos, entre otros, son el campo de mayor ocupación y demanda de contadores», describe.
«Somos parte de la administración y del aseguramiento interno y ayudamos a los administradores en la generación de informes financieros, de propósito general y de propósito especial, que ayuda a los usuarios internos y externos a tomar decisiones, también apoyamos la generación de otra información no financiera en las empresas», agrega.
Concluye diciendo que la pandemia nos ha traído una gran oportunidad para que los contadores nos convirtamos en generadores de valor para las empresas, contribuyendo con ideas y apoyando las estrategias que las ayuden a sobrevivir en tiempo de crisis, promoviendo la calidad y transparencia de los informes empresariales.
«No debemos olvidarnos que la información es útil cuando tiene la capacidad de afectar las decisiones de los usuarios, por ello una contabilidad para el pasado, de costo histórico, sin que tenga valor predictivo, no cumpliría este requerimiento, y por ello se requiere mayor información que permita tomar decisiones en condiciones de alta incertidumbre», opina.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
