Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Ramiro Bado y Mónica Pardo intercambian puntos de vista sobre los beneficios que trae para una compañía el depositar su confianza en los empleados, ser flexibles como empleadores y convertirse en líderes generosos. Cuando un trabajador se siente valorado, cuidado y potenciado, da el máximo.
El concepto de salario emocional se ha venido consolidando con el tiempo dentro del espectro laboral nacional, pero como es lógico todavía existen empleadores que no le apuestan a esta novedosa forma de “remuneración”. Al respecto, Ramiro Bado, director de Hays Colombia afirma que las empresas tienen una perspectiva principalmente optimista, y esperan llegar a niveles adecuados de producción con nuevas contrataciones. No obstante, en las compañías también existe preocupación por la escasez de talento especializado para llenar esos puestos, pues ello puede comprometer su crecimiento.
«Las compañías tienen que pensar muy bien en su esquema de compensación, al tiempo que deben generar estrategias de atracción y retención que les permitan conseguir el mejor talento. La formación, por ejemplo, es una de las herramientas que no solo asegura las habilidades necesarias, sino que es además una petición constante de los empleados como parte de su crecimiento profesional», dice Bado.
Para Mónica Yamile Pardo, directora de talento humano en BDO Colombia, es claro que los empleadores deben avanzar con la evolución del mercado. «Los jefes de hoy en día deben atreverse, confiar en sus empleados, ser flexibles, y sobre todo deben ser líderes inspiradores y generosos, verán que recibirán su recompensa», recalca.
Un jefe que rompa con los esquemas tradicionales ganará rentabilidad y adicionalmente obtendrá un plus en trascendencia humana. Pardo afirma que, aunque no es medible en un 100 % a nivel financiero o de una forma directa y objetiva, las empresas que tienen implementadas políticas de salario emocional deben estar seguras y tranquilas, porque esta herramienta tiene un alto retorno de la inversión, «puesto que los trabajadores cuando nos sentimos realmente valorados, cuidados y potenciados, damos el máximo de nuestra capacidad y más de ser necesario, honrando ese buen trato», destaca.
La directora de talento humano en BDO Colombia tiene claro que cuando un trabajador recibe salario emocional, que se traduce en identidad con el propósito organizacional y confianza, comunicación clara, sano liderazgo, seguros, salud, alimentación y especialmente beneficios de tiempo, entre otros; gana en calidad de vida, en bienestar emocional y en armonía, tan necesaria y relevante en la dinámica laboral actual. Estas condiciones le permitirán al empleado mantenerse sano física y psicológicamente para su hoy y su mañana, y de esta manera seguir siendo productivo para la organización a la que pertenece.
Diego Forero, gerente general de Pfizer Colombia y Venezuela explica en La República que las compañías vienen entendiendo cada vez más que el capital más importante que tienen son las personas, por eso la forma como se concibe el trabajo actualmente dista de una idea tradicional, y se ha adaptado mejor a ciertos intereses y necesidades.
«El bienestar laboral ya no se evalúa únicamente en términos salariales, aunque la remuneración sea uno de los atractivos para atraer y retener el talento, la búsqueda de nuevas maneras de mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional constituyen un elemento fundamental para la toma de decisiones sobre sus carreras profesionales», declara Forero.
Para Bado, las compañías deben posicionar como una prioridad al bienestar y el aprendizaje continuo. “Asegurar que los colaboradores cuenten con las herramientas necesarias para desarrollarse personal y profesionalmente, más allá de ser un gasto, resulta en una inversión”, asegura.
Por su parte, Pardo afirma que puede ser contraproducente cuando se entrega de forma desagregada, ocasional y si no se comunica correctamente. «Se perdería el esfuerzo y no sería aprovechado por las personas», opina.
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