Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Se necesitan contadores con habilidades de escritor – Helio Fernando Vega


Es común en la actualidad, el comentario de que los contadores no sabemos escribir, lo cual se debe a que con las normas internacionales de información financiera –NIIF– se hizo obligatorio escribir, pues, las revelaciones a los estados financieros requieren explicar y ampliar de tal manera que el usuario de la información no tenga que llamar (si es externo) o acercarse al contador de la empresa para pedirle explicación acerca de la información expresada en los estados financieros.

Los contadores estábamos acostumbrados a presentar estados financieros, con información histórica de hechos acontecidos, fríos, sin valor agregado; con las NIIF se requieren amplias revelaciones sobre los hechos económicos. Incluso es necesario traer a valor presente activos y pasivos financieros a largo plazo con el fin de acercar las cifras a un valor más razonable para efectos financieros; aclaro, no para efectos fiscales; pues sabemos que la norma fiscal es clara en cuanto al monto de las partidas y la forma de calcular algunas partidas tales como la depreciación de activos fijos, la provisión de cartera, el castigo de inventarios, entre otros.

En la medida en que va cambiando el mundo, y los mercados se están acercando cada vez con el fenómeno de la globalización, asimismo se requiere información financiera de las empresas que sea útil, comparable, comprensible para todos los diferentes usuarios internacionales.

Aunque la información contable y las NIIF, como su nombre lo indica, están enmarcadas dentro de unas normas, esto quiere decir, información muy plana donde no da lugar a aplicarle características cualitativas.

Hoy más que antes se requiere mayor análisis de la información que registran los estados financieros, producto de las operaciones comerciales de las empresas, donde los usuarios vean el impacto real de las operaciones, aunque esta sea diferente de la fiscal, en últimas la operación real se muestra en la información financiera preparada bajo NIIF.

Es menester que los contadores nos formemos más en temas financieros, pues como lo decía en el segundo párrafo de este texto, vamos a aplicar algunas operaciones con matemáticas financieras, las cuales vimos en nuestra carrera de pregrado, pero por el poco uso, hemos olvidado.

Igualmente, entran a jugar otros aspectos tales como trabajar con equipos de profesionales de diversas carreras y áreas tales como abogados (jurídico, para averiguar sobre litigios o carteras de difícil cobro), ingenieros de mantenimientos (con el fin de calcular la vida útil de los activos y su depreciación), entre otras cosas, esto con el fin de determinar cifras razonables en los estados financieros.

Las empresas requieren profesionales en contaduría con especialización en finanzas, tributaria, NIIF, con el fin de estar a la vanguardia de las exigencias del mercado y ser el verdadero apoyo que necesitan los empresarios, el Estado, los usuarios internacionales, los clientes y los proveedores entre otros, lo cual nos pone en posición de privilegio, y por fin seremos reconocidos como una profesión que le aporta a las empresas y no como un gasto administrativo.

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Autor:
CP. Helio Vega

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