Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Si a las IFRS (NIIF): Más pragmatismo, más combinación de perfiles de contadores públicos y menos politiquería en la convergencia hacia estándares únicos – Hernan A. Rodriguez G


Hernán RodríguezMientras en el mundo la principal preocupación para la toma de decisiones económicas es la credibilidad otorgada a los estados financieros de propósito general preparados de acuerdo a la disciplina contable, en Colombia la credibilidad de la información para estos mismos propósitos parecería que se le otorga directamente a la información contable en libros contables.

Que lento, engorroso y que costoso seria tomar decisiones económicas a nivel de cuentas y de libros contables. Hay que considerar que la necesidad de darle credibilidad a los estados financieros de propósito general para la toma de decisión fue lo que motivó la existencia de la Contaduría Pública. Pretender aplicar normas de reconocimiento, medición, presentación y revelación a nivel de cuentas, además de innecesario es contrario a la práctica general. ¡Hay que cambiar el rumbo!

Los libros contables impresos en papel están diseñados especialmente para asegurar la autenticidad e integridad de lo que se escribe en ellos. En ellos se deben escribir (asentar) los resúmenes de  los distintos comprobantes de contabilidad relacionados muy intrínsecamente con los ciclos contables de los negocios.

En los libros se hacen resúmenes a nivel de cuentas  “a lo sumo mensual”,  de la cronología de los negocios y de los eventos contables de las organizaciones por periodos. Esta presentación cronológica se hace de acuerdo a una dinámica contable que permite resumir  el movimiento de las cuentas  “a lo sumo mensual”,  para llegar una representación no estructurada de la ecuación patrimonial llamada balance de prueba, cuyo fin es ese, probar que todo “cuadra”.

Hasta el balance de prueba llega el proceso de lo que se ha llamado tradicionalmente disciplina contable, con sus innumerables tareas administrativas que también se le han asignado a esta disciplina. En este balance de prueba la unidad de información es la cuenta codificada.

El suministro de información a nivel de cuenta se reafirmó cuando más de una autoridad gubernamental quedó autorizada para emitir Planes Únicos de Cuentas (PUC) y prescribir la dinámica contable a nivel de documento soporte de las transacciones y los eventos. Esta potestad reglamentaria se vio desbordada cuando con ella se elude la confianza dada a la información a nivel de los rubros de los estados financieros de propósito general. Al Contador Público, entonces, se lo relega a ser un suministrador de información de propósito especial pero a los niveles indicados por la estructura de los códigos de los PUCs, vulnerando así el mandato de la ley que le otorga a este profesional la potestad otorgar fe pública a nivel de estados financieros.

Sin embargo, esta imposición le permitió al profesional de la Contaduría Pública suministrar servicios profesionales en dos niveles de la disciplina contable: al nivel mecánico y al nivel lógico. El nivel lógico se caracteriza por la autonomía e independencia de su ejercicio y la emisión de juicios profesionales sobre la información financiera de propósito general como producto final. En la mecánica contable a su vez, el contador se le ha confundido con el apoyo administrativo, la preparación de información de propósito especial y en última  con las tareas propias de la asistencia gerencial. Afortunadamente se generó una “tercera vía”, con el hibrido mecánico–lógico de la fiscalización societaria y con una “actividad conexa”, la asesoría tributaria, posicionándose estas como los servicios de más impacto profesional en la Contaduría Pública.

En el nivel lógico  la podríamos definir así: “Se entiende por Contador Público la persona natural que, mediante la inscripción que acredite su competencia profesional en los términos de la presente, está facultado para dar fe pública de hechos propios del ámbito de su profesión, dictaminar sobre estados financieros”. En este nivel lógico quedarían “certificaciones y dictámenes sobre estados financieros, certificaciones que se expidan con fundamento en libros de contabilidad, revisoría fiscal, prestación de servicios de auditoría”.

En el nivel mecánico  –disciplina contable tradicional– cabe la definición  “Se entiende por Contador Público la persona natural que, mediante la inscripción que acredite su competencia profesional en los términos de la presente, está facultada para (…) realizar las demás actividades relacionadas con la ciencia contable en general”.

En este nivel, entonces, quedan catalogadas “las demás actividades relacionadas con la ciencia contable en general”  como  “todas aquellas que implican organización, revisión y control de contabilidades” (…) “así como todas aquellas actividades conexas con la naturaleza de la función profesional de Contador Público, tales como: la asesoría tributaria, la asesoría gerencial, en aspectos contables y similares.”

Ahora bien, habiéndose probado en la práctica la necesidad de estos dos niveles de la disciplina contable, donde en el nivel mecánico se ha dado un prolongado matrimonio con las normas basadas en reglas en cuya aplicación nuestros profesionales han probado sobrada idoneidad, se presenta la oportunidad de participar en el mercado de la preparación y el aseguramiento de información con estándares internacionales basados en principios.

O sea, se expande el nivel lógico de la disciplina contable, sin matar o despreciar el nivel mecánico de la disciplina contable, ni mucho menos la actividad híbrida mecánico–lógico de la fiscalización societaria  o la actividad conexa de la asesoría tributaria. El nivel lógico, donde se nos pide emitir juicios basados en principios y aplicación de reglas basadas también en principios  nos llega con la aplicación de las IFRS (NIIF). Para bien o para mal hay que adaptar al país para entrar en una época de relevancia de la información financiera, ¡no hay marcha atrás!.

Autor:

CP. Hernan A. Rodriguez G.
globaliconta.blogspot.com
Email:herodri@gmail.com

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