Si la contaduría solo sirve para exigencias gubernamentales, es porque los profesionales no se destacan

En la discusión final del artículo What makes a successful academic accounting department? A multidimensional longitudinal analysis, escrito por Timothy J. Fogarty, publicado en Journal of Accounting Education 57 (2021) 100754, se lee:

“(…) Along these lines, focus on the faculty was appropriate. Specifically, departments would prefer more faculty, faculty possessing more of the best credentials, faculty able to further their careers at their current institution. Furthermore, successful accounting departments should be able to select the best faculty from a broad labor market and keep them motivated to do impactful research. Only one criterion did not directly deal with faculty. Departments should prefer to have more external financial support, an accomplishment that should indirectly facilitate faculty achievement (…)” “(…) The scope of this research makes mixed results inevitable. Thus, in generalizing across all the criteria that might be thought to be involved in what makes an academic department successful, we can neither celebrate nor cry. On some of these dimensions, a period of expansion or growth was evident for several years. This trajectory usually could not be sustained, and a period of contraction ensued. (…)” “(…) Changes in accounting department size reflect purposeful business school decisions to reallocate human resources. This might call for more forceful accounting department advocacy, or more efforts to make accounting more popular in student decision-making (…)”

Hemos aprendido que los criterios de éxito dependen mucho de quienes ejercen posiciones de gobierno. Sus criterios son muy subjetivos, pero nadie se atreve a contradecirlos, porque no conviene discutir con los jefes. Esta investigación se hizo sin tener puntos de referencia, de forma que tuvo que postular los criterios de medida. Nos parece que era inevitable estar centrados en los profesores (faculty), pero que hay otros que serían más importantes, como su influencia sobre la comunidad contable a la que pertenecen y sobre la sociedad en la que se desempeñan.

En Colombia todos los profesores tenemos un alto grado de soberbia. Hablamos ex – cátedra. Sin embargo, el aporte concreto a la solución de las necesidades de la comunidad muchas veces no se percibe. Si se piensa que la contaduría solo sirve para atender las exigencias gubernamentales es porque los profesionales no se destacan de otra manera. Luego no hay que echar la culpa a los demás. No haber tenido nunca fe en la capacidad transformativa de la disciplina, o haberla perdido, son situaciones gravísimas que la academia no debería acolitar al admitir estudiantes con semejantes carencias. Afortunadamente, por muchos que sean los que han perdido el camino, no logran influir en la ciencia respectiva, la cual sigue preocupada de los problemas sociales, económicos, que son su fundamento. La contabilidad se centra en la producción, análisis y generación de acciones en una empresa a partir de los datos que dan a conocer su actuar en las diferentes dimensiones que la rodean. Los contadores se justifican en la medida en la que contribuyen al desarrollo.

Hernando Bermúdez Gómez
Editor de Contrapartida, Novitas, Registro Contable, Vademécum
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 6246, Enero 3 de 2021