Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Gustavo López no concibe la idea de quitarle funciones a la revisoría fiscal y convertirla en auditoría de aseguramiento.
Dictámenes del revisor fiscal no deberían estar relacionados con las NIA o las NAI.
En otros países solo exigen auditoría financiera y una opinión sobre los estados financieros.
Gustavo Adolfo López, contador público, especialista en revisoría fiscal, gerencia tributaria y auditoría de impuestos, no concibe que la revisoría fiscal deba reformarse en su esencia. La afirmación la hizo en el transcurso de nuestro espacio #CharlasConActualícese.
«He escuchado que quieren quitarle algunas funciones y convertirla en una auditoría de aseguramiento. Si se hace esto se convertiría en una revisoría fiscal discapacitada. Le quieren poner muletas para que deje de ser integral. Las funciones que tiene, los informes que se presentan están bien», recalca.
Puntualiza en que las universidades deben dejar de dar revisoría fiscal como si fuera auditoría. «A los profesores hay que decirles que dicten revisoría fiscal y no auditoría».
Un punto en el que se debe profundizar es en el aporte que le puede ofrecer la tecnología a la revisoría fiscal, a través del big data, por ejemplo, lo cual es viable.
Para el gerente de SUMMA Consultoría Organizacional, el dictamen del revisor fiscal no debe tener nada relacionado con las NIA o las NAI, «porque la revisoría fiscal no debe funcionar con este tipo de normas ya que estas están enfocadas en la auditoría».
Explica que la esencia de la auditoría está enfocada en proteger el interés privado, por lo que siempre está ligada a procesos posteriores. Por su parte, la revisoría fiscal funciona en tiempo real y debe trabajar con interventoría de cuentas.
Afirma que el contador público en Colombia es el único profesional que está habilitado para prestar servicios como revisor fiscal para garantizar el interés público, por lo que tiene una gran responsabilidad social.
«Una cosa es la revisoría fiscal como figura e institución de vigilancia y control, y otra cosa es quienes la ejercen», indica.
Desde su punto de vista, si la revisoría fiscal no estuviera en la ley, probablemente a muchos no les interesaría tenerla en las empresas.
«Desde el interés público y el bien común es la única figura que puede proteger los intereses en conflicto y parar los abusos que cometan las administraciones, las cuales siempre buscan, por su posición, ganar», puntualiza.
Para él debe existir una figura imparcial que sea el punto de equilibrio y que permita un balance entre los diversos intereses para que una empresa se mantenga en el tiempo con una responsabilidad social.
Al respecto, López tiene claro que no se debería. «Estamos teniendo una mentalidad donde hay que reformar todo lo que está viejo y eso no debería ser así. Ni todo lo que es antiguo hay que reformarlo, ni todo lo que es nuevo es bueno».
Explica que porque afuera no entiendan lo qué es la revisoría fiscal no significa que nosotros tengamos que ajustarnos para que ellos la entiendan.
Afirma que en los otros países solo exigen auditoría financiera y una opinión sobre los estados financieros. La revisoría fiscal va mucho más allá, dictamina estados financieros, informa sobre el control interno e informa sobre el cumplimiento o no de las normas.
«Lo que el mundo está pidiendo es una auditoría de estados financieros. Auditar después, vigilar siempre», concluye.
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