En la Circular 100-00005 del 2014, la Supersociedades obliga a establecer un sistema de autocontrol y gestión del riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo -LA/FT-, según las características de cada empresa, los bienes y servicios que ofrece, su comercialización, las áreas geográficas donde opera, entre otros aspectos que resulten relevantes en el diseño del mismo.