Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Las también llamadas empresas B tienen como objetivo generar un impacto social y ambiental, de la mano del desempeño financiero lógico. El año pasado se radicó un proyecto de ley para que existan de forma legal.
Las sociedades de beneficio e interés colectivo, más conocidas como las empresas B, constituyen una nueva cultura empresarial en el mundo que busca abrirse espacio en Colombia.
En el mes de septiembre del año pasado, el senador Iván Duque radicó una iniciativa para promover las Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC).
“Estas empresas que aportan a la sociedad, al medioambiente, a los derechos laborales, a los proveedores son el modelo corporativo del futuro”, explicó el senador en aquel entonces.
Las empresas B, como también son conocidas, son 1854 organizaciones empresariales con ánimo de lucro que se encuentran en más de 50 países y en 130 industrias productivas.
Este tipo de sociedad pone en igualdad de importancia su ánimo de lucro con su deseo fundacional de impactar positivamente en la sociedad y el medio ambiente. Siendo así, velan por una justa remuneración salarial para sus trabajadores, tienen buenas prácticas de selección y crecimiento de su fuerza laboral, emplean personas en condición de vulnerabilidad y apoyan causas sociales.
En nuestro continente, ha tomado fuerza en los últimos años al punto que se creó Sistema B, una plataforma de registro, fomento y promoción de aquellas compañías dedicadas a solucionar problemas sociales y ambientales con productos innovadores.
En Colombia hay cerca de 25 empresas B. Hoy, estas no contaban con una forma jurídica propia ni beneficios que estimulen el nacimiento de otras organizaciones similares y se encuentren comprometidas con el medio ambiente.
Precisamente, con el objetivo de promover el surgimiento de este tipo de empresas, el senador Duque radicó el proyecto de ley para que existan las Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC) .
“Adelante las empresas que desarrollen nuevas formas de concebir, operar y hacer negocios en el mundo. Desde el sector privado, el liderazgo en la transformación social, se requieren mucho más que empresas con fuertes políticas de responsabilidad social. ¡Vamos a sacar el ADN comprometido con la justicia social de las Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC)!”, dice Rocío Arango Giraldo, columnista de El Colombiano.
Laura Vélez Villa, directora ejecutiva de Sistema B, explica que cuando se trata de establecer diferencias de las empresas B frente a las tradicionales, la estrategia va más allá del desempeño financiero y tiene como tarea generar impacto social y ambiental. Las empresas B llevan esto incluso a los estatutos, haciendo modificaciones legales que amplían la responsabilidad fiduciaria, para incluir explícitamente el objetivo de tener un buen desempeño social, ambiental y financiero.
Se podría decir que las empresas B apuntan hacia la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), pero Vélez Villa dice en El País que “la Responsabilidad Social Empresarial generalmente se queda en algunas áreas del negocio y el objetivo final es impactar el desempeño financiero”. La diferencia es que la empresa B tiene en el centro de su estrategia generar bienestar social y ambiental siendo rentable.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
