Mediante los acuerdos de accionistas se permite que estos regulen la obligación de realizar futuras capitalizaciones a la sociedad y, de esta manera, vincular a terceros con capital suficiente para aportar un fortalecimiento financiero a la empresa.
Al interior de las SAS, los acuerdos de accionistas se han tornado en un mecanismo estratégico idóneo para lograr la adopción de decisiones fundamentales para el futuro de la compañía, sin que ello vulnere los derechos de los accionistas que la conforman.