Una entidad puede verse obligada a anular facturas por múltiples motivos, y en esos casos ¿cuál sería la forma correcta de manejar dicha realidad congruentemente con la NIIF para pymes? Pues bien, en primera instancia habría que preguntarse por qué se da la situación de anular la factura: ¿quedó mal elaborada?, ¿el cliente no había hecho el pedido?, ¿se despachó la mercancía equivocada?, ¿la venta fue simulada para generar mayores ingresos y mostrar una mejor situación en los estados financieros? de la respuesta, sea cual fuere, dependerá el tratamiento que deba darse desde el punto de vista financiero.