Luego de fuertes debates al interior del Congreso de la República, y de las reacciones opuestas entre la población colombiana, el 28 de diciembre de 2018 fue expedida la Ley 1943, denominada entre sus promotores como Ley de financiamiento. Los cambios no fueron menores; en la búsqueda de recursos tendientes a equilibrar el presupuesto nacional resurgió el impuesto al patrimonio, se efectuaron ajustes a la propuesta de tributación simplificada para los emprendedores y pequeñas empresas, se intensificaron las sanciones contra los evasores, y aumentaron los mecanismos de control (entre los que se destacan el sistema de bancarización y la facturación electrónica), entre otras medidas no menos importantes.