La liquidación del contrato es un corte de cuentas, es decir, la etapa final del negocio jurídico donde las partes hacen un balance económico, jurídico y técnico de lo ejecutado, y con base en ello, el contratante y el contratista definen el estado en que queda el contrato después de su ejecución.
Los contratos de mutuo con garantía hipotecaria cuyos créditos son otorgados por los bancos para la adquisición y conservación de vivienda son regulados con el fin de fijar las condiciones para hacer efectivo el derecho a la vivienda digna y con el de promover los planes de vivienda de interés social.