Creación de falsas cuentas por cobrar, otorgamiento sucesivo de créditos o registro de créditos en mora como si estuvieran al día, son algunas prácticas que realizan las empresas para quedar bien frente a sus clientes, proveedores y socios y de esta manera no perder un negocio determinado.
La necesidad de mostrar una imagen favorable ante los stakeholders de modo que permita incentivar las inversiones, o la captación de dinero en caso de las compañías financieras, conlleva la implementación de prácticas fraudulentas tales como la manipulación de la cartera.