El 24 de julio de 2019 se sancionó la Ley del actor, en la cual se establece la posibilidad de contratar los servicios de actores a través de cualquier vía para ello, es decir, por contrato laboral, por prestación de servicios y/o por cualquier agremiación, ya sea un sindicato, cooperativa o sociedad.
La norma también establece la creación del registro nacional de actores y actrices, que básicamente es una base de datos con la que se recopilará la información del gremio, en aras de la creación de políticas públicas que los beneficien. Esta nueva base de datos exige una serie de condiciones de formación académica y experiencia laboral para poder inscribirse a la misma.