En Medellín, en la universidad Eafit, se realizó un profundo conversatorio sobre economías criminales y poder político. Invitados nacionales e internacionales señalaron que en muchos casos cabezas con mucho poder son los primeros implicado en ilícitos.
Cuando una sociedad decide capitalizarse, por ejemplo, con una nueva emisión de acciones, el propósito es que todos los accionistas las adquieran proporcional a su participación, pero si alguno no puede automáticamente su poder político se ve disminuido sin ninguna compensación.