Pese a que tradicionalmente la prevención y detección del fraude había sido un tema manejado por la segunda línea de defensa de las empresas, hoy se están incorporando cada vez más medidas reforzadas para prevenirlo. Ahora la responsabilidad es asumida por la alta gerencia, primera línea de defensa.
Carolina González, contadora pública y socia de la consultora PwC, afirma que falta de apoyo de la alta gerencia de las empresas, en el proceso de adopción de los Estándares Internacionales, por no considerarlo relevante, lo que se presenta por un inadecuado acompañamiento y asesoría.
Muchas organizaciones buscan prevenir el fraude desde una perspectiva reactiva y defensiva. En Colombia, solo la mitad de las compañías realiza evaluaciones de riesgo en áreas críticas para prevenir el soborno y la corrupción, mientras menos de la mitad las hace para prevenir el cibercrimen.
Es un error pensar que solo los controles internos dirigidos a implementar tecnología pueden captar el fraude, y que la gerencia siempre se comportará de forma ética. La experiencia muestra que cada fraude interno es el resultado de la omisión o evasión de los controles por parte de la dirección.
Con la finalidad de generar un ambiente apropiado con los inversionistas, PwC recomienda a las empresas que deben adoptar los Estándares Internacionales (que empiezan a regir este año) una comunicación temprana y transparente junto con revelaciones mejoradas.