Existen documentos contables internos y externos: los primeros, son elaborados directamente por la empresa y se priorizan a la hora de llevar la contabilidad. Los segundos, por otra parte, no forman parte de la actividad principal de la empresa, sino que son emitidos por cuestiones ajenas a la misma.
La inspección es el derecho que tienen los accionistas para conocer el estado económico de la sociedad durante un término determinado. Pero dicho derecho no incluye obtener fotocopias de los documentos inspeccionados. El único que puede autorizarlo es el máximo órgano social, nunca los administradores.