Los bancos deben adoptar medidas, precauciones y/o exigencias que consideren necesarias e imprescindibles para salvaguardar los recursos que les hayan sido confiados por sus clientes.
Teniendo en cuenta la digitalización de los servicios financieros, se ha incrementado la exposición a riesgos cibernéticos, por lo que la Superfinanciera emitió instrucciones a través de la Circular externa 007 de 2018.