Las mujeres viven más años que los hombres, pero lo gozan de buena salud por menos tiempo. Los conflictos de género, la carga laboral y el trabajo no remunerado afectan su salud en el largo plazo.
Es clave adoptar medidas para dinamizar la participación y empleabilidad de mujeres y jóvenes. La reactivación del empleo femenino requerirá continuar con los esfuerzos para la reapertura segura de guarderías y colegios, también de la puesta en marcha de una política nacional del cuidado.
Las regulaciones tributarias han generado, sin que ese fuera su propósito, un esquema que termina subsidiando a la informalidad y gravando a las empresas formales, premiando al sector menos productivo y castigando al más productivo de la economía.
El menor nivel de escolaridad de la población, producto de la deserción, puede reducir la acumulación de capital humano, aumentar la pobreza e incrementar el malestar social, reduciendo así el bienestar y el crecimiento económico.
A la hora de innovar, las empresas colombianas enfrentan cuatro tipos de barreras: de conocimiento, de mercado, regulatorias y financieras. Se debe tener en cuenta la heterogeneidad de las barreras que enfrentan las empresas según tamaño, edad, sector y región.
Hay que enfocarse en el crecimiento de la productividad, por lo que hay que llevar a cabo las reformas estructurales pendientes.
En lo laboral, mejorar la calidad del empleo y del ingreso; en lo fiscal, garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas; y en lo pensional, una mayor equidad.
Para lograr los niveles de ingreso necesarios para cerrar las brechas en bienestar existentes y agravadas por la pandemia del COVID-19, se requiere posicionar la innovación como prioridad en los objetivos de desarrollo. En este punto, a Colombia no le va nada bien.
Los censos económicos son una actividad clave de las oficinas estadísticas nacionales, y la ONU recomienda hacerlos cada cinco años.
En informe técnico de 2010, la ONU reporta que el 83 % de los países desarrollados cumplen con esa práctica, mientras que los restantes los ejecutan cada 10 años.
El funcionamiento deficiente del mercado laboral y la alta informalidad inciden en la sostenibilidad del sistema pensional, y explican en parte por qué en Colombia solo acceden a pensión contributiva una de cada cuatro personas en edad de jubilación.
Países emergentes deben fomentar la integración comercial y la inversión extranjera directa, para beneficiarse de la adopción tecnológica, limitada, pero a la vez determinante para el crecimiento de la productividad laboral en el largo plazo.
Colombia necesita urgentemente aumentar la productividad para crecer a tasas altas y sostenidas, y revertir los daños del COVID-19.
Lograrlo implica contar con una agenda de productividad y competitividad que genere las condiciones para que las empresas compitan de manera resiliente y sostenible.
Se debe trabajar en una política que diferencie la situación de la mujer urbana y la rural, fomentar cambios de expectativas en los roles de género y el papel de la mujer en la sociedad, y establecer arreglos claros a nivel institucional y presupuestal que permitan el cumplimiento de metas.