La factura electrónica en Latinoamérica comenzó a utilizarse en la década de los 90 del siglo pasado, y con la entrada del nuevo siglo su implementación se aceleró significativamente.
Alberto Redondo, director de marketing de Seres afirma que adoptar la factura electrónica impulsa y acelera la digitalización de un negocio, generando un efecto bola de nieve entre clientes y proveedores, donde los primeros arrastran a los segundos; una ventaja para la empresa.
Una empresa que emite 200 facturas al mes podría ahorrar hasta 10,9 billones de pesos al final del año, implementando la factura electrónica. Minimizar procesos manuales, agilizar el envío de documentos electrónicos, digitalizar la información, y hasta cuidar el medio ambiente son otros beneficios.
2018 cerró con más de 3.500 contribuyentes facturando electrónicamente en Colombia, cifra que confirma la buena salud del proceso de adopción de la factura electrónica por las empresas colombianas.
Son varias las empresas que en el transcurso de 2018 y a inicios de 2019 deberán haber implementado la facturación electrónica. Las medidas ante el incumplimiento van desde sanciones económicas hasta el cierre temporal del establecimiento; aspectos que describimos en este editorial.
Alberto Redondo, director de marketing para Latinoamérica de Seres, recuerda que se acorta el tiempo para que ciertos contribuyentes seleccionados por la Dian empiecen a expedir facturas electrónicas. Esta última entidad espera que a 2019 los facturadores bajo dicha modalidad asciendan a 450.000.
Según William Shelton, presidente del Banco Multibank Colombia, la mayoría de las empresas en el país tienen una forma arraigada de realizar los procesos de facturación y desconocen el nuevo. Además, solo el 3 % de estas se han comprometido en el tema, lo que dificulta su desarrollo.
Con la implementación de la factura electrónica se busca eliminar del camino de quienes están obligados a presentar factura un circuito de tareas complejas y errores producto tanto del factor humano como de la poca efectividad de ciertos procesos y aportar otra serie de beneficios para la empresa.
Alberto Redondo, director de marketing para Latinoamérica de Seres, afirma que la tarea de elegir y contratar a un proveedor de factura electrónica conlleva tiempo. Para él, la idea es apoyarse en una empresa con experiencia que brinde soporte en las dudas que vayan surgiendo a largo plazo.
La Dian ya tiene en marcha una serie de iniciativas para asegurar que las empresas nacionales cumplan con los plazos establecidos para la adopción de la factura electrónica, la cual hará que las compañías se centren en su negocio, y así evitar complicaciones técnicas y administrativas.
Alberto Redondo, director de marketing de SERES, dice que la factura electrónica es una forma de detener el fraude fiscal y una estrategia de seguimiento que tendrá la DIAN, y que desde esta entidad se optimizarán procesos en pro de la competitividad, ahorro de tiempo y la optimización de recursos.