Los contadores públicos, al ofrecer sus servicios a través de una sociedad de contadores en época de pandemia, afrontarán situaciones que deben administrar de la mejor manera para continuar ofreciendo sus servicios en un futuro inmediato.
El CTCP invita a los contadores a cumplir con el Código de Ética y sus principios establecidos en la Ley 43 de 1990 y el anexo 4 del DUR 2420 de 2015.
Firmas pequeñas y medianas de contadores deberán tener en cuenta ciertos factores para que sus prácticas evolucionen y prosperen después del COVID-19.
Previo a implementar el uso de la inteligencia artificial –IA– en una organización, la IFAC invita a las sociedades de contadores a considerar un marco responsable de inteligencia artificial.
IFAC recomienda desarrollar un marco de IA responsable, respaldado por un marco de clasificación de riesgos.
En las primeras etapas de la carrera se debe tener adaptabilidad y disposición para aprender y asumir responsabilidades.
Medianas y pequeñas firmas tienen una historia convincente para atraer y desarrollar talento.
Técnicas de contratación que utilizan estas organizaciones contables están evolucionando.
Se aconseja que los socios anualmente ahorren un capital en efectivo y así no tengan que incurrir en préstamos con bancos.
Se debe evaluar la cantidad de socios que existen: si son ineficaces o no cumplen con las reglas.
Las empresas deben contar con un plan de sucesión creíble para altos cargos.
Antes del confinamiento, el 64 % de los profesionales contables calificaban su bienestar como positivo. Ahora, el porcentaje bajó al 34 %.
Para el 42 %, contar con el apoyo adecuado en salud mental por parte del empleador se ha vuelto más importante desde que comenzó el aislamiento.
En medio de la crisis originada por el COVID-19, las sociedades de contadores públicos deben actualizar su plan de gestión de crisis o crear uno si no lo tiene.
Cada sociedad debe crear planes de comunicación con su personal, socios, clientes y demás partes interesadas.
Se deben considerar prioridades estratégicas en el nuevo entorno: en qué debe enfocarse y qué debe posponerse.
Contadores pueden mejorar la acción significativa sobre el cambio climático al proveer análisis relevantes que ayuden a organizaciones a crear y proteger este valor a largo plazo.
También pueden ayudar a los gobiernos y empresas a desarrollar e implementar planes para mitigar el cambio climático.
Las sociedades de contadores públicos son aquellas en las que más del 80 % de los miembros tienen la calidad de contadores públicos.
La Ley 43 de 1990 faculta a los contadores públicos y sociedades de contadores públicos para prestar servicios de revisoría fiscal.
Según la Ley 43 de 1990 y el Código de Comercio, algunas sociedades colombianas tienen la obligación de contar con un revisor fiscal.
En este editorial explicamos quién pueden ser revisor fiscal en Colombia y los requisitos que debe cumplir para actuar como tal.
El CTCP reitera que la revisoría fiscal puede ser desempeñada por las sociedades de contadores públicos, siempre y cuando estas se encuentren inscritas ante la Junta Central de Contadores –JCC–. Al respecto, cabe resaltar que será necesario el nombramiento de un contador público para cada revisoría fiscal.
La JCC ha invitado a estas sociedades, cuya actividad principal es prestar servicios contables, a que formalicen sus actividades frente a la entidad.