La tutela no es el mecanismo para reclamar la pensión de sobrevivientes, pero cuando se vulneren derechos fundamentales, sí procede para su reclamación. El juez debe realizar un test que cumpla los requisitos del principio de la condición más beneficiosa para el reconocimiento de la prestación.
Un derecho es incierto y discutible cuando los hechos no son claros, la norma es ambigua o admite varias interpretaciones y su origen está supeditado al cumplimiento de un plazo o condición, y existe una circunstancia que impide su exigibilidad. Su amparo bajo tutela procede excepcionalmente.
Si la situación que genera la vulneración o amenaza de un derecho fundamental que se pretende proteger con una acción de tutela es superada o finalmente se produce el daño que se pretendía evitar con la solicitud de amparo, ello configura el fenómeno de carencia actual de objeto.
La tutela demanda la concurrencia de ciertos presupuestos procesales que le son inherentes, como la subsidiariedad, la inmediatez y, si es el caso, la inminencia de un perjuicio irremediable, y sin los cuales no es posible que el juez constitucional pueda inmiscuirse en la controversia.