Este TLC que arrancó en mayo 15 del 2012, lo que ha logrado es aumentar considerablemente las importaciones y disminuir las exportaciones hacia Estados Unidos, o sea todo lo contrario de lo argumentado por el Gobierno para su firma.
Las exportaciones en el período de 22 meses, comprendido entre su firma en mayo del 2012 y marzo del 2014 pasaron de US$ 40.000 millones a US$ 34.000 millones, o sea una caída del 15%.
Del otro lado de la balanza comercial las importaciones en el período mayo del 2011 a febrero del 2013 pasaron de US$ 24.000 millones a US$ 28.000 millones, crecieron un 14%.
Con estos resultados adversos, contrario a lo previsto por el Gobierno, la balanza comercial en el 2011, antes de la firma del TLC, era positiva en cerca de US$ 9.000 millones y en el 2013 descendió cerca de US$ 2.800 millones, o sea una caída cerca del 70%.
Si revisamos el desempeño de la economía en los períodos 1990-1995, en donde se presentó un crecimiento promedio del PIB del 4,8% y en período 2005-2010 con un crecimiento promedio del 4,6% y lo comparamos con un crecimiento en el cuarto trimestre del 2013 del orden del 4,4%, no se ve por ningún lado el impacto incremental del 1% prometido por el Gobierno.
Una verdad anunciada, no tenemos una oferta exportable integral, no tenemos una infraestructura adecuada, y los costos de logística son muy elevados en nuestro país, en cambio en Estados Unidos estos problemas (u oportunidades) están resueltos.
Autor:
José Arbey Maldonado Lenis
Contador Público Titulado – MBA con Énfasis en Gestión Estratégica
E-mail: jamaldonado@grupocoach.com