Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Trabajo en casa: puntos negativos a examinar con lupa de la mano de la Ley 2088 de 2021


Trabajo en casa: puntos negativos a examinar con lupa de la mano de la Ley 2088 de 2021
Actualizado: 28 junio, 2021 (hace 3 años)

Gina Riaño dice que los empleados manifiestan sensación de soledad y una relación impersonal con la empresa y los compañeros.

Para Jairo Santander persisten prácticas lesivas para el espacio e intimidad del trabajador, como solicitar respuestas inmediatas fuera del tiempo de la jornada laboral.

La Ley 2088 del 12 de mayo de 2021 define el trabajo en casa como:

(…) la habilitación al servidor público o privado para desempeñar transitoriamente sus funciones o actividades laborales por fuera del sitio donde habitualmente las realiza, sin modificar la naturaleza del contrato o relación laboral, o legal y reglamentaria respectiva.

También busca no desmejorar las condiciones del contrato y privilegiar el acceso a las tecnologías de la información y comunicaciones para el correcto desempeño de la labor realizada, entre otras regulaciones. Estas deben ser provistas por el empleador.

Las pausas activas y los horarios de trabajo establecidos de forma clara también deben ser tenidos en cuenta, ejecutándose a cabalidad para evitar quejas, demandas o confusiones por ambas partes.

continuará en otras situaciones especiales, excepcionales u ocasionales que puedan ocurrir en un futuro

Esta alternativa laboral se mantendrá mientras termina la crisis sanitaria originada por el COVID-19, pero continuará en otras situaciones especiales, excepcionales u ocasionales que puedan ocurrir en un futuro; esto garantizará la aplicación de la ley en un escenario después de la pandemia.

Puntos negros de estas modalidades laborales

Gina Magnolia Riaño Barón, secretaria general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social –OISS–, afirma en entrevista con Actualícese que tanto el teletrabajo como el trabajo en casa, en lo concerniente a tiempo y control, deberían tener la misma regulación de la jornada que el trabajo presencial.

Como aspectos negativos de estas alternativas laborales Riaño nombra:

(…) fundamentalmente, la no limitación de los horarios en muchas ocasiones, y las dificultades para asegurar los equipos y conexiones tecnológicas necesarias para llevar adelante las funciones encomendadas a cada trabajador.

Para ella, muchos trabajadores han manifestado la sensación de soledad y una relación más impersonal con la empresa y los compañeros, lo que puede derivar en una menor implicación en el ejercicio de las labores.

Por otra parte, puede haber perfiles de trabajadores que por dificultades en cuanto a la edad o la formación no pueden adaptarse a esta modalidad laboral, lo que podría provocar su exclusión del mercado laboral.

Hay que referir también los problemas relacionados con la adaptación del puesto de trabajo a las normas de salud y seguridad laboral, dada la imposibilidad de realizar visitas inspectoras en el domicilio particular y que el deber in vigilando del empresario es de difícil ejecución.

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Se mantienen prácticas lesivas para el trabajador

Por su parte, Jairo Enrique Santander, economista, profesor asistente de la Universidad de Los Andes y miembro del Centro Interdisciplinario de Estudios Sobre Desarrollo –Cider–, dice en dialogo con Actualícese que según la experiencia de los empleadores, la asimilación tanto del teletrabajo como del trabajo en casa ha sido positiva.

Sin embargo, al principio, sobre todo en varias entidades estatales, al parecer la desconfianza primaba.

Lo anterior implicaba ver prácticas de control improductivas, ineficientes y hasta contraproducentes con el trabajador, como tener el video encendido dentro de su jornada de trabajo o el constante reporte de su presencia en el lugar de trabajo.

Para las entidades ese tipo de prácticas son inocuas, más cuando lo que han notado es un alto grado de responsabilidad del trabajador, lo que ha entusiasmado a muchas a explorar la continuidad del teletrabajo como una opción.

Sin embargo, sí persisten prácticas que ya venían de tiempo atrás que son lesivas respecto al espacio e intimidad del trabajador. Entre estas, el solicitar respuestas inmediatas fuera de los tiempos de la jornada laboral, incluyendo los fines de semana y horas de sueño, la presión por disponibilidad 24/7, muy poca promoción de pausas activas y espacios de interacción distintos al laboral, entre otras.

También ha sido poco solidaria la práctica de muchas organizaciones de enviar a los empleados a casa sin reconocer gastos que el trabajador tiene que asumir para realizar sus funciones y que han tenido que asumir los empleados para poder responder con sus obligaciones contractuales.

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