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Tráfico de madera: el nuevo gran rubro del crimen organizado – Luis Alberto Penagos M.


El comercio ilegal podría ascender a 100 mil millones de dólares, según un informe de la ONU. La tala socava la lucha contra el cambio climático y acelera la desforestación.

Paisaje de una zona de Perú cerca de la frontera con Brasil donde se transportan varias especies.

La situación en América del Sur

  • En Bolivia la madera mara, una de las especies más cotizadas para la fabricación de muebles en el mundo, corre el riesgo de desaparecer. En el departamento La Paz, la directora de Control Social de Bosques, Silvia Mejía, alertó que «la especie está en peligro de desaparecer». El roble y el cedro corren igual riesgo.
  • Brasil creará una fuerza nacional de seguridad ambiental, apoyada por el Ejército, para enfrentar la deforestación en la Amazonia. La deforestación en el último año aumentó 220 por ciento.
  • En Perú existe un serio problema de tráfico en la frontera con Brasil. Las especies que se comercializan son andiroba, marupa, lagarto caspi, moena, tornillo, cumala y cedro.
  • En Ecuador recientes operativos de fuerzas de seguridad decomisaron maderas como coco, pachaco, tangaré, chanul, cedrela, teca y otras.
  • En Colombia, el presidente Juan Manuel Santos lanzó el «pacto intersectorial por la madera legal» luego de que se supiera que de la producción anual de 3,4 millones de metros cúbicos la tala ilegal alcanzara un 42 por ciento.
  • En Argentina un foco del problema está en el impenetrable chaqueño. El coordinador del Centro Mandela, Rolando Núñez, dijo que es «extraordinario» el nivel de funcionamiento de las «mafias de la madera, responsables del desmonte». Denunció contubernio entre productores y funcionarios.

Tras la cocaína y los diamantes, otra industria está atrayendo a las organizaciones criminales: la madera. Hasta el 90 por ciento de la tala ilegal en los bosques tropicales puede ser atribuida al crimen organizado, que controla hasta el 30 por ciento del comercio global de madera, señala un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

El informe, titulado «Carbono limpio, negocio sucio: tala ilegal, blanqueo y fraude fiscal en los bosques tropicales del mundo», señala que durante años las autoridades pensaron que la tala ilegal estaba disminuyendo. Pero se debía a que miraban para otro lado y no hacia el lugar indicado, señaló el autor principal del estudio, Christian Nelleman.

Los registros de importación y exportación no cuentan toda la verdad, dice Nelleman, porque los criminales se han vuelto más sofisticados en los métodos: falsifican permisos, hackean bases de datos, sobornan funcionarios y ocultan maderas ilegales en documentos de venta de cultivos.

El informe señala que entre 30.000 millones y 100.000 millones de dólares se mueven en el comercio ilegal de madera. No sólo se trata de fondos malversados. La tala ilegal socava los esfuerzos por combatir el cambio climático.

Naciones Unidas recuerda que la desforestación es responsable por cerca del 20 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono, un porcentaje 50 por ciento mayor que las emisiones combinadas de la aviación y el transporte marítimo y terrestre.

Un informe anterior publicado en abril por la Agencia de Investigaciones Ambientales de Estados Unidos, titulado «La máquina de lavado» («The Laundering Machine»), señaló que al menos 112 cargamentos ilegales de cedro y caoba con papeles falsos firmados por funcionarios peruanos llegaron a territorio estadounidense entre 2008 y 2010.

Para ayudar a combatir el comercio ilegal, Interpol ha establecido un programa piloto llamado «Ayuda en el cumplimiento de la ley sobre bosques» (Law Enforcement Assistance for Forests -Leaf-).

El informe dice que «en Brasil y el Sudeste Asiático hay miles de permisos, por ejemplo, para venta de palma aceitera u otras plantaciones que sólo existen en el papel, pero producen vastas cantidades de madera, por lo que reflejan básicamente operaciones de lavado».

En 2008, por ejemplo, Indonesia exportó oficialmente 19 millones más de metros cúbicos de madera que en el año 2000.

Esta madera adicional provenía supuestamente de plantaciones legales, pero la gran mayoría de los permisos resultaron ser falsos, señala el informe.

Financiamiento. Los fondos generados por la venta ilegal de madera han sido usados por el Khmer Rouge de Camboya en el pasado. Y en el presente genera recursos para grupos como el Lord’s Resistance Army en Uganda y milicias en la República Democrática del Congo, dedicadas además a la caza furtiva de elefantes y rinocerontes.

Nelleman señala que las milicias muchas veces hacen acuerdos con funcionarios para el retiro de retenes y talan bosques para alimentar otro negocio creciente que alcanza unos 28 millones de dólares al año, la venta ilegal de carbón.

«Las milicias desplazan a miles de personas a campamentos. Estos refugiados, para cocinar, necesitan carbón. Así que las milicias, luego, cortan el bosque, lo transforman en carbón y ganan dinero vendiéndolo a los refugiados».

El nuevo programa de Interpol trabaja con fuerzas policiales nacionales para combatir grupos criminales y obtener información sobre las mafias, muchas basadas en Norteamérica, Europa y China.

«Hemos visto en Indonesia casos de intervención de las fuerzas navales y el Ejército debido al tipo de armamentos utilizados por los carteles de madera», dijo Nelleman.

«En Brasil, la policía federal ha sido efectiva en operativos relámpago. Para combatir el crimen organizado transnacional se debe recurrir a todo el abanico de acciones».

Entre las recomendaciones del informe, se señala que las autoridades nacionales deben restringir la exportación de madera en áreas con alta concentración de actividad ilegal.

Nelleman señala que la experiencia con los carteles de la droga indica lo que puede suceder si no se detiene el comercio ilegal de madera. «Los carteles de la madera pueden expandirse a otras actividades, como la trata de personas, el narcotráfico y la minería ilegal que alimenta muchos de los conflictos en nivel global»

Me pregunto ante el auge de este negocio, que por supuesto no es de ahora, desde que yo era niño y trabajaba en el campo donde me crie, he visto como poco a poco los bosques se fueron desapareciendo  y ocupan ese lugar los grandes barrios llenos de cemento, los grandes edificios, las grandes autopistas, pero lo peor es que la devastación de nuestros bosques y nuestras selvas corren por cuenta de los grupos al margen de la ley que devastan grandes zonas de bosques verdes para la siembra de la yerba maldita y ni que decir de las grandes industrias de la madera, cuantos sobornos pagan por acabar nuestros bosques, baste solo con mirar hacia los depósitos de madera que se ven por todas nuestras ciudades, que controles tendrán?

Autor:

Luis Alberto Penagos M.
Contador Público
Investigador Forense
Auditing Investigative Forensic
Miembro Lavado de Dinero
Miembro ALIFC (Asociación Latinoamericana de Investigadores de Fraudes y Crímenes Financieros)

Fuente: La Capital.com.ar

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