Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El efecto de reportar en los estados financieros los activos omitidos o pasivos inexistentes da lugar a una corrección de errores que requerirá una modificación, no solo en el año en el que aparece el activo o desaparece el pasivo, sino que se deberá realizar una reexpresión de estados financieros.
A continuación, daremos respuesta a la siguiente inquietud: ¿Cómo debe reconocerse, bajo Estándares Internacionales, la normalización de pasivos inexistentes en 2016 realizada por una entidad del grupo 2?
Para dar respuesta a esta pregunta se requiere precisar qué es la normalización de pasivos. Pues bien, cuando una entidad realiza una normalización de pasivos, lo que sucede es que está exponiendo a los entes de inspección que algunos pasivos reportados en su información financiera en realidad no existen, con el fin de realizar una corrección de la información reportada. Hay que tener en cuenta que la normalización es un concepto tributario, en el que la Dian permite realizar un saneamiento fiscal de la información registrada (este beneficio estuvo vigente para que los contribuyentes lo realizaran de forma voluntaria solo hasta 2017).
Ahora bien, el efecto en los estados financieros no es tan sencillo como el que tiene sobre la declaración de renta, puesto que en la información fiscal se puede suprimir la cantidad de pasivos reportados (de una forma prospectiva, es decir, desde el período a reportar y siguientes), justificando a la Dian que esto se realiza por acogerse a la normalización tributaria. Sin embargo, en los estados financieros se debe hacer una corrección de errores, la cual da lugar a una reexpresión de los estados financieros (de forma retroactiva, realizando el cambio en períodos anteriores). Por otra parte, cabe anotar que dichos ajustes por normalización no se deben asemejar a los efectos de la aplicación de los nuevos marcos técnicos normativos, ya que estos no son la excusa para exponer los activos que la entidad hubiese omitido, o eliminar los pasivos que considere inexistentes.
En conclusión, todo lo relacionado con normalización, ya sea de pasivos inexistentes o de activos omitidos, se tratará como una corrección de errores (ver editorial Corrección de errores identificados en períodos posteriores).
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