Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La misma empresa conoce sus bienes y es la indicada de definir el tiempo que se le asignará con vida útil. Se acepta calcular la vida útil por el número de unidades de producción que se considera que producirá un bien.
Erróneamente se considera que la vida útil consiste en calcular cuánto va a durar un bien, o que se trata de contratar un perito que estime cuánto tiempo se debe depreciar.
Los Estándares Internacionales de Información Financiera, NIC 16 en Plenas, capítulo 9 del Marco Técnico Normativo de información financiera para las microempresas, en el Decreto 2706 de 27 de diciembre de 2012 y Sección 17 en las NIIF para pymes, definen como vida útil, el período durante el cual se espera que un activo esté disponible para su uso por parte de una entidad; no es el tiempo que va a durar, no es la vida física del bien.
Basado en lo anterior, debe ser política de la empresa definir dicho tiempo de utilización de los bienes que conserva. Es posible que los vaya a utilizar 3, 5 o 25 años; el tiempo que sea necesario.
De igual modo, se acepta calcular la vida útil por el número de unidades de producción que se considera que producirá un bien.
Por lo tanto, todos son valores estimados. Tanto la vida útil así como los años que se estima que lo va a utilizar, como en la parte de unidades de producción, cuántas unidades podrá realizar.
Lo anterior da claras razones para que sea la misma empresa que conoce su bien, quien defina cuánto tiempo debe asignarle como vida útil, que no sea oneroso para la empresa, sino que por el contrario facilite el cálculo del valor en libros del activo.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
