Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Vigilantes de cuadra, ¿cuándo nace un vínculo laboral?


Vigilantes de cuadra, ¿cuándo nace un vínculo laboral?
Actualizado: 9 abril, 2013 (hace 11 años)

En la mayoría de los barrios existe alguien que se ha ofrecido a cuidar la cuadra, los carros y las casas, y hasta nos hace mandados a la tienda. A esa persona tan colaboradora le pagamos una tarifa o un valor voluntario, pero este servicio, ¿cuándo podría confundirse con una relación laboral?

En muchos barrios existe esa persona que señalamos en la introducción, denominado vigilante de cuadra.

Si bien no existe relación laboral, podría generarse algún tipo de vínculo laboral por ciertas situaciones.

Veamos lo común y por ende, no existe relación laboral.

  • El vigilante de la cuadra, nadie en particular de los vecinos lo contrató, un día llegó o ya estaba, o simplemente alguien, incluso un vecino, lo recomendó para la cuadra.
  • Ningún vecino le ha impuesto un horario de llegado o de ida, como tampoco se le ha impuesto los turnos con el otro vigilante de la noche.
  • El día que no va envía a un familiar o amigo y ningún vecino se opone.
  • Entre varios o un solo vecino se construye una caseta en la cuadra, para que el vigilante se resguarde de la lluvia, frio o calor.
  • En algunos casos el vigilante cobra una tarifa por casa, pero si es muy alta, damos un valor inferior y no existe ninguna consecuencia.
  • Contrario a lo anterior, en otros casos, el valor periódico es voluntario que da cada vecino.
  • Algún vecino (líder o voluntario) por motivos prácticos, recoge la cuota de vigilancia de los demás vecinos, pero sigue siendo un acto voluntario su pago.
  • El día que no va o llega o se va a hora distinta de la habitual, no se le llama la atención.
  • Es el mismo vecino de siempre, es el que siempre le presta el baño.
  • Varios vigilantes o varios vecinos de varias cuadras, se reúnen para dotarlos de radioteléfonos, pitos, impermeables para la lluvia, etc., para que entre dichos vigilantes de cuadras contiguas, se apoyen en el servicio de vigilancia de las calles.
  • Se recoge un dinero adicional, para darle periódicamente un obsequio, por ejemplo, en diciembre.

¿Cuándo un vecino podría terminar convirtiéndose en empleador del vigilante?

Contrario a los ejemplos anteriores, pueden darse casos extremos con el vigilante de la cuadra en el que podría derivar en una verdadera relación laboral, con un vecino en particular de la cuadra, al configurarse dos (2) requisitos propios de la relación laboral, como es (I) la actividad personal del trabajador, es decir, realizada por sí mismo y (II) la continuada subordinación o dependencia del trabajador respecto del empleador. Veamos las siguientes situaciones de parte del mismo vecino para con el vigilante:

  • Le exige que tiene que estar la mayor parte del tiempo parado al frente de su casa cuidándola, prácticamente un escolta.
  • Además de lo anterior le exige que tiene que ir a hacerle “obligatoriamente” determinados mandados, como pagarle servicios públicos. O sea, le toca forzosamente a dicho vigilante ejecutar las órdenes habituales que da dicho vecino a diario.
  • Se opone a que el día que no puede ir a trabajar, el vigilante decida a quién enviar de reemplazo.
  • Le exige que tiene que llegar a determinada hora e irse únicamente a otra hora, dicha exigencia es a tal punto, que incluye amenazas de que será expulsado para reemplazarlo por otro.
  • Ese mismo vecino, le exige que tiene que usar un uniforme o ropa de terminada forma, de lo contrario no le permite trabajar en la cuadra.

Recuerde dos cosas:

1. Si usted es el líder de la cuadra, quien recauda el dinero entre sus vecinos para pagarle al vigilante de la cuadra, sígalo haciendo, pero recuerde que no es su empleado. No confunda las instrucciones del servicio, con potestades subordinantes.

2. No se asuste con éste editorial y no vaya a salir a remover el vigilante de la cuadra, por el contrario, ellos son personas en su mayoría, con cierta edad donde no es fácil conseguir un empleo formal y por ello, laboran en dicha informalidad. Aprecie el trabajo que ellos hacen en ayudar a cuidar su casa, su carro y hasta sus hijos, respételos y valórelos.

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