Al planificar las finanzas personales hay que examinar cuáles objetivos se pueden lograr, medir y cuantificar.
Edgar Molina afirma que al elaborar un presupuesto personal se está controlando la situación financiera.
Ingresos fijos y variables deben estar por encima de los gastos básicos y eventuales.
Edgar Molina, contador público especialista en Control Gerencial Corporativo, afirma que nunca es tarde para comenzar a planear un modelo financiero para sus finanzas personales.
Molina recomienda que, al momento de realizar una planeación financiera, se debe definir en qué punto está cada persona. Para esto hay una serie de preguntas que nos debemos responder:
Resalta que estamos en un momento donde la economía nos permite tener un ahorro en el mediano y largo plazo, a través de productos de inversión. Este profesional con experiencia en la elaboración de presupuestos, contabilidad y control financiero recomienda:
A la hora de planificar nuestras finanzas debemos tener claro en dónde estamos ubicados para lograr nuestros objetivos, los cuales hay que examinar para que realmente se puedan lograr, medir y cuantificar.
Al elaborar un presupuesto personal se está controlando la situación financiera. «Esta actividad permite la reducción del riesgo financiero, lo cual siempre está implícito en toda labor que represente el uso y manejo de recursos financieros», recuerda.
Contar con un presupuesto personal también ayuda a obtener activos y posesiones que representen mejorar la calidad de vida.
Permite la comparación de los resultados a través del tiempo, mostrando la ruta que se está siguiendo y de esa manera realizar correctivos al día a día, además de remediar las diferencias tanto financieras como estratégicas.
Un plus que ofrece la elaboración de un presupuesto es que con este se reduce la ansiedad relacionada con el consumo y el consciente uso del dinero.
Finalmente, con un presupuesto se detectan los vacíos, duplicaciones y/o doble contabilización de actividades expresadas en valores que dificultan o desvían la consecución de los objetivos.
Tres recomendaciones entrega Molina para cuando una persona decide comenzar a elaborar su presupuesto financiero:
De acuerdo con Molina:
En general, los presupuestos deben ser realistas, alcanzables y estar en consonancia con los ingresos, la capacidad de endeudamiento y la capacidad de pago de cada empresa.
Hay que tener un punto muy claro: los ingresos fijos y los ingresos variables deben estar siempre por encima de los gastos básicos y eventuales.
Si la balanza está al revés hay que preocuparse, pero no se preocupe en el sentido de tomar medidas erróneas, en su lugar que observe y analice la información para saber por dónde se está malgastando el dinero.
Cuando identifique cuáles son los gastos que lo están afectando debe dejar de incurrir en estos. Pero si usted observa que los gastos son básicos y necesarios para su sostenimiento, entonces deberá considerar incrementar los ingresos fijos y los variables.
Pero no vaya a cometer el error, por ejemplo, de renunciar a su trabajo, más si no tiene a la mano un ahorro que le permita cubrir los gastos necesarios por el tiempo mientras esté cesante. Intente conseguir un aumento salarial, y si no lo logra, entonces busque otro empleo que cubra las necesidades básicas y un poco más.