Para Jaime Tenjo, es la primera reforma tributaria que afectaría muchos privilegios.
Según Germán Torres, se debe contar con una política fiscal eficiente que incentive la inversión extranjera.
Para Fabio Trompa, no se ven avances en modernización del sistema tributario para evitar evasión y elusión.
El Gobierno nacional, en cabeza del ministro de Hacienda José Antonio Ocampo, comenzó el 31 de agosto de 2022 la socialización del proyecto de reforma tributaria en una audiencia pública que se realizó en las comisiones terceras de Senado y Cámara del Congreso de la República. Posteriormente, comenzaron los foros regionales para socializar el articulado.
De esta manera, en medio de polémicas y críticas positivas y negativas, se ha movido la propuesta tributaria del Gobierno del presidente Gustavo Petro.
Teniendo en cuenta lo anterior, las organizaciones académicas deben estar en la obligación de discutir los temas más importantes de sus naciones, entre estos el proyecto de reforma tributaria.
Frente a esta situación, Actualícese realizó entrevistas con diferentes docentes expertos en el área tributaria para conocer sus opiniones sobre el proyecto de reforma tributaria.
En #ConferenciasActualícese contamos con la participación de Juan Fernando Mejía, docente universitario, experto en impuestos, quien realizó un análisis del nuevo proyecto de reforma tributaria.
Jaime Tenjo, economista con maestría y doctorado de la Universidad de Toronto, afirma que, sin ser perfecta, es la primera reforma tributaria que plantea afectar de manera importante muchos de los privilegios y distorsiones que se han creado en forma de exenciones en el sistema tributario.
Busca convertir el sistema tributario en un mecanismo para mejorar la distribución del ingreso; cabe recordar que Colombia, junto con Brasil, son dos de los países con la peor distribución de ingresos del mundo.
Tenjo agrega que el proyecto de reforma tributaria también busca dotar al Gobierno de herramientas para poder desarrollar programas sociales que disminuyan la pobreza de manera significativa.
Por otra parte, Germán Torres, contador público, magíster en Tributación, especialista en Gerencia Tributaria, dice que el proyecto de reforma debe tener en cuenta que una política fiscal eficiente debe incentivar la inversión nacional y extranjera, con el fin de promover la economía del país, pero el actual proyecto contempla gravar mucho más a los dividendos y participaciones junto con las ganancias ocasionales.
Esta propuesta se torna muy agresiva, ya que las empresas están gravadas con el impuesto de renta y complementarios, y el impuesto de dividendos y participaciones vuelve y grava a las empresas y personas naturales, sean nacionales o extranjeras; y para quienes han invertido en sociedades nacionales vuelven a gravarse con unas tarifas demasiadamente altas, lo cual va a conllevar a la poca inversión en este tipo de sociedades.
Fabio Raúl Trompa Ayala, decano de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables y director del programa de Contaduría Pública de la Universidad Central, afirma que existe una especie de círculo vicioso en el que han caído los gobiernos recientes, en el cual no se puede desarrollar una reforma estructural, requerida hace décadas por expertos.
Se renuncia a avanzar en las propuestas de fondo sobre los procesos de modernización que el sistema tributario está requiriendo para reducir la evasión y la elusión, una mayor articulación con la tributación territorial y, por sobre todo, la simplificación legal que genere unas reglas de tributación más simples y comprensibles para el contribuyente promedio.
Tenjo, investigador independiente y profesor de cátedra en la Universidad Javeriana, expresa que, si estuviera en el cargo del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, definitivamente pondría impuestos a las iglesias y mantendría los impuestos a las bebidas azucaradas.
Por su parte, Torres, exdirector del programa de Contaduría Pública en la CUN y la Universidad del Área Andina, precisa que uno de los principales cambios que se deben analizar es el impuesto a los dividendos y participaciones, dado que no hacerlo desincentiva la inversión nacional y extranjeras en sociedades colombianas, lo cual conllevaría al incremento del desempleo.
El ministro Ocampo debe analizar la eliminación de exenciones y beneficios tributarios para ciertos sectores de la economía, vigentes en el actual sistema tributario. Además, la eliminación de algunos ingresos no constitutivos de renta ni ganancia ocasional y rentas exentas. Finalmente, se debe pensar en una tributación mayor para el sector y entidades financieras, quienes obtienen billones de pesos en utilidades mensuales.
Trompa Ayala, por su parte, afirma que debería promoverse una economía con mayor productividad, control efectivo al contrabando y la evasión, lo cual contribuiría con creces a mejorar el recaudo; también opina que se debe analizar con detalle el impacto de la reducción de exenciones, que no podría ser mayor al 20 % sin afectar la competitividad del músculo empresarial actual, atendiendo al impacto de la denominada tarifa conjunta de tributación.
Es urgente acelerar el desmonte del impuesto a los movimientos financieros GMF que ha sido aplazado de forma sistemática por todos los gobiernos anteriores, entre otros aspectos. Seguramente habría que revisar algunos aspectos relacionados con la tributación de personas naturales, en particular los asalariados y pensionados.
Conozca en este Live Actualícese las principales novedades del proyecto de reforma tributaria.