Según Asofondos, el proyecto de reforma pensional no promueve la sostenibilidad del sistema ni cuenta con medidas para corregir el problema del envejecimiento de la población.
Las pensiones futuras de los jóvenes están en vilo.
A continuación, describimos los argumentos para afirmar lo anterior.
Asofondos, el gremio que representa a los fondos de pensiones y cesantías privados (Colfondos, Porvenir, Protección y Skandia), ha fijado su posición sobre el texto de reforma pensional que se presentó recientemente.
De igual forma, el gremio aseguró que no participó en las discusiones realizadas en la mesa de conciliación del texto presentado, ya que no se le permitió opinar, situación que también se presentó con la Asociación de Pensionados de Fondos Privados —Apenpri—, que incluso presentó una acción de tutela para estar en dicha mesa.
Para Asofondos el proyecto contiene aspectos positivos, como fortalecer el pilar solidario para los adultos mayores en estado de vulnerabilidad, reducir los subsidios con los que cuentan las personas de mayores ingresos y eliminar la competencia entre regímenes.
Sin embargo, se considera que el proyecto realmente no promueve la sostenibilidad del sistema ni cuenta con medidas para corregir el problema del envejecimiento de la población, que solo se puede lograr con mayor ahorro:
El proyecto del Gobierno deja una deuda creciente, más ancianos por cubrir en la vejez, cuya factura saldrá costosísima para los jóvenes a futuro, dejando una gran incertidumbre sobre la posibilidad de contar con sus propias pensiones.
Las pensiones futuras de los jóvenes están en vilo. El ahorro para pensiones, que se ha forjado en los fondos de pensiones y que hoy representa el 30 % del PIB, caerá, según explicó Santiago Montenegro Trujillo, presidente de Asofondos:
Según nuestros cálculos, en diez años empezará a decrecer, y para 2052, cuando justamente se necesita la plata para honrar las pensiones de muchos más colombianos, caerá a niveles de 14 % del PIB.
Como ejemplo, Montenegro expone la situación que se está viviendo en Francia.
Un país que no ahorró cuando su población era joven, a pesar de ser mucho más rico que Colombia, está viéndose en dificultades y se vio obligado a subir la edad de pensión, a pesar de que allá se tiene que cotizar durante 41 años para jubilarse.
Y aunque Colpensiones recibirá en el corto plazo un mayor flujo de aportes de al menos 30 billones de pesos que le permitirá reducir su déficit en los próximos 5 años, “después habrá nuevamente un déficit creciente que se duplicará hasta llegar al 4% del PIB».
¿Y por qué se presentará la situación anterior? Porque la población envejecida será mayor, habrá menos jóvenes y, por lo tanto, menos cotizaciones. Debido a estos argumentos, desde Asofondos se piensa que el proyecto de reforma pensional no es realista frente al fenómeno de envejecimiento de la población.
Desde el punto de vista de Montenegro, para las mujeres también se presentaría una gran inequidad, ya que, en caso de no tener al menos 1000 semanas, en lugar de los 57 años, tendrán que esperar 8 años más para tener ese beneficio BEP que, por cierto, será muy inferior a 1 smmlv.
En cambio, la espera para los hombres será de 3 años, que es la diferencia entre 62 años (edad de ley para pensionarse) y 65 años.
Un segmento de la población que también se vería afectada por lo propuesto en el proyecto serían los trabajadores que están en los fondos privados y que tienen la posibilidad de pensionarse con 1150 semanas, una opción particularmente interesante para quienes ganan menos de dos salarios mínimos. Montenegro explicó:
Al ser obligados a pasar a Colpensiones se les aumentará a 1300 semanas la exigencia. Estamos hablando de 14 millones de trabajadores que hoy tienen su cuenta individual de pensiones, este segmento es el de más bajos ingresos y de más inestabilidad laboral.