Los activos biológicos están representados por los animales vivos o las plantas que posee una entidad con el propósito de venderlos o de convertirlos en productos agrícolas u otros activos biológicos.
Presentamos la clasificación, el tratamiento contable y otros aspectos de esta clase de activos.
La sección 34 del Estándar para Pymes contiene los lineamientos respecto a los activos biológicos para las entidades que pertenecen al grupo 2. Las disposiciones relacionadas con esta clase de activos para las entidades del grupo 1 son las contenidas en la NIC 41.
Los activos biológicos estan definidos como los animales vivos y las plantas que se mantengan en el marco de una actividad agrícola. Ahora bien, se considera que una organización realiza una actividad agrícola siempre que gestione la transformación o recolección de activos biológicos para destinarlos a la venta o convertirlos en un producto agrícola.
Si la entidad dispone de animales o plantas vivos que no hacen parte de ningún proceso de explotación al interior de una actividad agrícola, estos no podrán ser clasificados en tal categoría. Ejemplo de esto son los perros utilizados para la prestación de servicios de seguridad en entidades de vigilancia, pues, aunque son animales vivos, no están vinculados a una actividad agrícola; por dicha razón deben reconocerse como parte de la propiedad, planta y equipo de la compañía.
Antes de realizar el reconocimiento contable de un activo biológico una entidad deberá seguir los siguientes pasos:
Así pues, solo se reconocerán como activos biológicos aquellos que se tengan para procreación, levante y venta, o para transformarlos en otros activos biológicos. Si se comprueba que el activo corresponde a un activo biológico deberá revisarse la sección 34 del Estándar para Pymes o la NIC 34.
En ambos casos se determina que los activos biológicos se miden al valor razonable (tanto en el reconocimiento inicial como en la medición posterior). Debe considerarse también que si el valor razonable no puede medirse fiablemente, debe realizarse una valuación al costo, así los activos biológicos se presentarán en el estado de situación financiera medidos al costo, separados de la cuenta de activos biológicos medidos al valor razonable.
Para brindar mayor claridad presentamos algunos ejemplos de clasificación de los activos biológicos como corrientes y no corrientes:
Una entidad mantiene varios galpones con 100.000 gallinas ponedoras, estas tienen una vida de entre 155 y 170 semanas desde que inician su levante hasta que alcanzan el final de su vida productiva, momento en el cual son vendidas a un comercializador para sacrificio y posterior venta.
Aunque las gallinas tienen una duración mayor a un año, la entidad las reconocerá como activo corriente, dado que una vez alcanzan el final de su vida productiva son destinadas a la venta en el ciclo ordinario del negocio.
Una entidad se dedica al cultivo de maracuyá y espera obtener entre cuatro y seis cosechas del cultivo antes de tener que renovarlo. Cada cosecha se demora 6 meses en estar lista.
Ante este caso la entidad presentará el cultivo como no corriente a lo largo de su vida productiva. Los frutos que se recojan y estén en existencias a la fecha de cierre serán tratados como activo corriente, pues se espera venderlos en corto tiempo.
Este tema hace parte de nuestra Cartilla Práctica Manual para la aplicación de Estándares Internacionales en Pymes.
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