Más allá de las cifras optimistas del Marco Fiscal de Mediano Plazo, se debe adelantar una reforma tributaria que genere ingresos a futuro.
La reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro no buscaría resolver problemas de caja, sino generar reglas de juego a largo plazo.
En su informe semanal, Perspectivas fiscales: ¿para cuándo la reforma?, Anif envía este mensaje:
Es ineludible una reforma tributaria que solucione los problemas de fondo del sistema tributario, sin desconocer las noticias positivas que ha traído el Marco Fiscal de Mediano Plazo en términos del estado de las finanzas públicas y de lo que razonablemente se puede esperar para los próximos años.
Sin embargo, para el Gobierno saliente discutir una nueva reforma tributaria parecería no ser un tema prioritario. “Sorprende que el Marco sugiera que el próximo gobierno, e incluso también el siguiente, van a recibir las finanzas públicas tan sanas que no se requerirá una modificación seria de nuestro sistema tributario».
Para Anif, no se puede confundir un alivio en las cuentas públicas con la desaparición del problema para recaudar ingresos tributarios sostenibles y permanentes.
Los anteriores puntos requieren políticas que modifiquen el Estatuto Tributario actual, y el nuevo Gobierno tiene esa responsabilidad, aunque el Marco Fiscal de Mediano Plazo sugiera otra cosa.
Al respecto, Mauricio Santamaría, presidente de Anif, manifestó que «más allá de las cifras optimistas del Marco Fiscal de Mediano Plazo se debe adelantar una reforma tributaria que genere ingresos estructurales estables a futuro».
La meta de recaudo tributario, trazada por el Gobierno entrante, es alcanzar los 50 billones de pesos; sin embargo, la cifra podría llegar a los 75 billones de pesos. Así lo manifestó Gustavo Petro en entrevista con el periodista Daniel Coronell.
Una de las propuestas más recientes presentadas por el próximo Gobierno es la de gravar las pensiones más altas, de más de 10 millones de pesos, lo que va de la mano con que los más ricos pagarían un mayor impuesto de renta.
Ricardo Bonilla, asesor económico de Gustavo Petro, afirmó que la idea es contar con una reforma tributaria estructural, que no haya que estarla cambiándola cada dos años como se ha hecho hasta ahora:
La idea es que la reforma no resuelva problemas de caja, sino una que genere reglas de juego a largo plazo.
Otro punto que se aborda en este análisis es el de garantizar un ingreso mínimo a la población en edad de pensión que está en condición de pobreza, sin olvidar la importancia de tener un sistema pensional sostenible y progresivo.
De igual manera, «se debe entender el mercado laboral del país y dar pasos decididos para flexibilizar la contratación, aumentar la formalidad y generar empleos competitivos y acordes al mercado global».