Los auditores y revisores fiscales deben evaluar a sus futuros clientes, ya que pueden estar vinculados con lavado de activos y actos de corrupción.
Para Francisco Javier Moreno, la oferta económica pasa a un segundo plano y se debe determinar el riesgo que puede representar un cliente.
A diario los auditores y revisores fiscales están en la búsqueda de clientes, pero debido a la alta demanda de profesionales, muchos pueden aceptar empleos que les podrían acarrear problemas legales. Es por esto que los profesionales contables antes de aceptar cualquier tipo de negocio deben investigar a su futuro cliente.
La anterior advertencia la hace Francisco Javier Moreno, contador público, consultor de NIIF y docente de la Universidad Central, en #ConferenciasActualícese:
Se debe evaluar la conveniencia de futuros clientes antes de aceptar un trabajo de auditoría. Asimismo, anualmente se debe efectuar una revisión de los clientes existentes para seleccionar los que requieran una reevaluación formal.
Desarrollar y mantener una relación profesional con el cliente es fundamental para el servicio de una auditoría o de revisoría fiscal, por esto es importante considerar factores como:
Hay que recordar que el auditor provee una opinión independiente de auditoría que se basa en suficiente evidencia apropiada de auditoría y juicio profesional. La opinión independiente de auditoría constituye la esencia de la relación.
Resalta que es importante tener una buena relación profesional entre los miembros individuales del equipo de auditoría con la gerencia y el personal del cliente. Esto permite:
Moreno afirma que, cuando aceptamos un trabajo de auditoría o continuamos con un trabajo de auditoría existente, tomamos la decisión de servir como auditores del cliente a cambio de una compensación apropiada.
Por lo tanto, es importante que un socio avalúe si el riesgo general del trabajo relacionado con nuestro nombramiento como auditores excede el nivel de riesgo que la firma o revisoría fiscal está dispuesta a aceptar.
Como profesionales contables se deben evaluar riesgos generados por asuntos relacionados con el cliente, con el negocio y con la auditoría.
Moreno resalta tres aspectos para tener en cuenta:
Antes de aceptar el nombramiento de los auditores o revisoría fiscal se debe evaluar al cliente. Debe realizarse una revisión detallada. En este caso la oferta económica deber ser nuestro objetivo secundario y se debe determinar el riesgo que nos puede representar el cliente.
Así como es importante sacar un tiempo para investigar a un futuro cliente, también es importante hacer esta tarea con el cliente con el cual ya se está trabajando, sin importar los años que lleven vinculados el cliente y el profesional.
La reevaluación se concentra en los cambios significativos que ocurran en las circunstancias del cliente y en los términos o condiciones de la auditoría: