Los compromisos del contador público van más allá de la certificación de estados financieros, pues su actuación no busca únicamente estar al servicio de las necesidades de las empresas.
A continuación, explicaremos el compromiso social, intelectual y empresarial que debe observar el contador.
La actuación del contador público no busca únicamente estar al servicio de las necesidades de las empresas. De este profesional también se requiere que vele por el interés público, lo que conlleva que confluyan responsabilidades de carácter social en su ejercicio profesional.
Es de resaltar, además, que la Ley 43 de 1990 determina un papel muy importante para los contadores públicos: dar fe pública. Al otorgar fe pública el contador adquiere compromisos más allá de la certificación de los estados financieros.
Es por esa razón que en sus actuaciones deben observarse, en todos los casos, los principios de integridad, objetividad, independencia, responsabilidad, confidencialidad, respeto y observancia de las disposiciones normativas y reglamentarias, competencia y actualización profesional, difusión y colaboración, respeto entre colegas y conducta ética.
En este orden de ideas, al tratar la responsabilidad que le compete al contador público debido al ejercicio de sus funciones, destacamos los siguientes compromisos:
Ante la sociedad el profesional contable debe ser una persona íntegra desde cualquier punto de vista, máxime cuando de su análisis se desprende la evaluación minuciosa de situaciones problemáticas que inciden en actuaciones decisivas por parte de los actores empresariales que hacen parte del entorno contemporáneo.
El profesional contable tiene competencia con el diario transcurrir profesional, lo cual también lo lleva a cuestionarse sobre si es conveniente o no compartir, discutir, plasmar e interpretar de manera adecuada la información que debe corresponder a la realidad, pues muchas veces el profesional es presionado para incluir o excluir la información de acuerdo con las necesidades de las compañías. Es en este momento cuando debe primar el bienestar general sobre el particular y, también, decidirse sobre el aseguramiento ético en beneficio de la sociedad y el sector empresarial.
Este compromiso hace referencia a una actualización permanente del profesional contable, lo que podría marcar una diferencia con otros profesionales. Este proceso debe ser continuo, ya que no puede concebirse la desactualización; de darse tal circunstancia, los desastres organizacionales serían de una magnitud que seguramente colocaría en altísimo riesgo la continuidad de los negocios y las empresas en general. Por ello es necesaria la capacitación continuada.
Aprende más sobre el papel del contador público, el interés público, los principios morales y éticos que rigen la profesión y aspectos del Código de Ética de la IFAC y de la Ley 43 de 1993 en nuestro Especial Actualícese Lineamientos del Código de Ética del contador público.
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