La disciplina, la formación constante y el no desistir son herramientas que potencian el pensamiento innovador para que las empresas no sean inertes sino dinámicas en un mundo que, en sí mismo, hace que la autocrítica, la autorreflexión y el mejoramiento continuo sean un imperativo.
Las empresas deben cuestionar a menudo las formas en que trabajan. No podemos ser los mismos siempre y por eso hay que aprender a desaprender, estar en permanente cambio, pero con un fin, buscando ser un referente de innovación.
No es cambiar por cambiar, la transformación debe estar ligada a las técnicas de observación, vigilantes todo el tiempo de las tendencias, de las novedades, los nuevos modelos de servicios, etc. Ser humildes para reconocer lo está bien, pero también lo que se puede hacer mejor.
Se recomienda hacer un seguimiento de los resultados; definir indicadores de medición para determinar si las actividades y la inversión de recursos están orientados al propósito innovador que se quiere alcanzar.
Esto permite tomar decisiones de forma oportuna, bien sea continuar con lo implementado o hacer ajustes, para asegurar que el método realmente permita generar iniciativas innovadoras que marquen la diferencia.
Luisa Patricia Salazar es Gerente de Innovación y Transformación Digital Compensar. Psicóloga, especialista en Desarrollo Organizacional y Talento Humano. Cuenta con una experiencia de más de 15 años donde ha aplicado metodologías de innovación, creatividad, pensamiento crítico, así como diseño de procesos de cambio en implementación de CRM.