Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
OCDE insta a Gobiernos a que proporcionen concesiones fiscales para trabajadores de la salud y sectores relacionados con la pandemia.
Se deben ampliar los plazos para cumplir obligaciones fiscales.
Empresas y sectores afectados podrían beneficiarse de la exención de los impuestos de nómina.
¿Qué tipo de papel juega la política fiscal como respuesta inmediata de los Gobiernos, a nivel mundial, ante el COVID-19? Esta es la pregunta que responde Pascal Saint-Amans, director del Centro para la Política Fiscal y Administración de la OCDE en su artículo Tax in the time of Covid-19, publicado el 23 de marzo de 2020 en el blog de la entidad.
El directivo de la OCDE asegura que la prioridad económica inmediata de las autoridades es responder rápidamente para brindar apoyo a los hogares y mejorar el flujo de dinero de las empresas.
En su artículo, Saint-Amans indica que, entre las medidas más urgentes, los Gobiernos han estado considerando (y promulgando) las siguientes:
Crear exenciones o diferir el pago de las contribuciones de seguridad social (tanto para empleadores como trabajadores independientes), así como los impuestos relacionados con la nómina.
«Varias empresas y sectores afectados podrían beneficiarse de la exención de los impuestos de nómina y las contribuciones a la seguridad social, pagados por el empleador o por cuenta propia, para reducir de inmediato los costos laborales», indica Saint-Amans.
Proporcionar concesiones fiscales para los trabajadores de la salud y otros sectores relacionados con emergencias sanitarias. Un punto pensado para recompensar a las personas por trabajar horas extra y en condiciones potencialmente peligrosas.
Para él, los Gobiernos deberían otorgar concesiones fiscales o incentivar a los trabajadores jubilados a reincorporarse temporalmente a la fuerza laboral, asegurando sus derechos de pensión.
Se deben ajustar los requisitos de presentación y pago de impuestos y esquemas de pago anticipado. Los Gobiernos también deben brindar reembolsos más rápidos a los contribuyentes, mejorando los servicios a estos últimos e implementando estrategias claras de comunicación.
Una medida enfocada, por ejemplo, al sector de los alimentos, los medicamentos y bienes de capital, evitando el abuso por medio de una administración cuidadosa.
Devoluciones que deben estar acompañadas de medidas específicas para limitar los riesgos de fraude.
Saint-Amans explica que también se puede reducir el período mínimo de demora en el pago que se requiere para el IVA generado en las facturas emitidas, con el objetivo de ser elegible para obtener la facilidad de pago.
«Lo anterior se puede hacer sobre la base de una obligación tributaria esperada, revisada, que se aproxima más a la posible obligación tributaria final del contribuyente, teniendo en cuenta el impacto esperado en la rotación comercial», dice Saint-Amans.
Este punto se refiere principalmente a impuestos sobre la propiedad o impuestos sobre el volumen de negocios.
Una opción es convertir las provisiones de traspaso de pérdidas en una provisión de retroceso de pérdidas, donde las empresas podrían optar por recibir un pago único en efectivo.
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