Con el colapso de Silicon Valley Bank y Signature Bank en EE. UU., y el desplome de las acciones del banco suizo Credit Suisse, aumentan el temor y el nerviosismo en todos los países. Crisis con causas diferentes. El sistema financiero internacional está expuesto a todo tipo de riesgos. Si no se mejora la regulación existente fortaleciendo las medidas de vigilancia, persistirá la turbulencia, generándose detrimento en el patrimonio de clientes e inversionistas, indicadores en rojo en las bolsas de valores, así como fluctuaciones e impactos negativos en la economía.
Las pérdidas pueden ser considerables, se requieren nuevas normas y controles específicos; autoridades monetarias han ofrecido su respaldo a las entidades bancarias. En entornos globalizados, las relaciones entre países se enmarcan en los flujos de capitales, la integración económica y la circulación de bienes y servicios.
La confianza es un activo intangible que, como el capital financiero, también se ve afectada cuando se interviene o decreta la quiebra de una entidad bancaria. Aunque se responda y garantice el retiro de los depósitos, no es descartable que otras entidades bancarias puedan contagiarse y enfrentar problemas de liquidez.
La exposición al riesgo en menor o mayor grado depende de la solidez que se tenga, no todos los sistemas financieros serán impactados con la misma intensidad. Los mercados de economías emergentes vienen en recuperación después de encarar los desafíos de la pandemia. Analistas económicos han manifestado que es factible que la crisis dure poco tiempo, se puede contener actuando en forma oportuna, despejando el pánico de un efecto dominó y tomando las decisiones acertadas.
¿La política monetaria alcista para enfrentar la inflación ha dado resultados? ¿Detener el aumento en las tasas de interés ayudaría a salir de la crisis? Los bancos centrales deben repensar el alza en las tasas de interés en pro de incentivar la inversión, beneficiar el mercado laboral con generación de empleo, dar respiro a deudores en los costos de endeudamiento y disminuir riesgos de quiebras.
Futuro marcado por la incertidumbre. El informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial prevé que la economía mundial crecerá un 1,7 % para este año 2023. Efectos colaterales por los problemas geopolíticos, volatilidad en los mercados, menor productividad de las industrias, altos impuestos, pocos estímulos para atracción de inversión extranjera e inflación elevada conducen a inestabilidad económica. Para acceder a escenarios más optimistas, los gobiernos están en la obligación de diseñar políticas públicas enfocadas a cambiar los pronósticos.
Roberto Carlos Torres Aguas
Contador público, especialista en Finanzas, diplomado en Formación para la Educación Superior y en Normas Internacionales Contables e Información Financiera –NIIF–.