Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Carlos Augusto Molano, consejero del CTCP, presentó los avances que se vienen dando frente a los proyectos que buscan modernizar la profesión contable y la revisoría fiscal.
Un grupo de 16 contadores públicos se reunieron, en la ciudad de Cali, con Carlos Augusto Molano, miembro del Consejo Técnico de la Contaduría Pública -CTCP- para conocer de primera mano los avances de los proyectos de ley para modernizar la profesión contable (Ley 43 de 1990) y la revisoría fiscal en Colombia.
Molano expresó que se habían hecho algunas modificaciones al texto del proyecto original con base en las propuestas presentadas por diversos estamentos de la profesión, entre ellos lo relacionado con la gobernanza, ítem en el que se ha propuesto la creación de un a colegio colombiano de la contaduría y modificaciones al CTCP y al Tribunal Disciplinario de la Junta Central de Contadores.
De igual forma, se hizo hincapié en la importancia que tiene para el futuro de la profesión mantener una mesa educativa en la que se proponga temas como la reforma del modelo académico de la profesión, eje central para el futuro. El modelo educativo tiene gran importancia en medio de la socialización de estos proyectos.
A esta mesa también le corresponderá revisar que la profesión responda a las necesidades de los mercados, ajustándose a la cuarta revolución industrial y cerrar la brecha de la deuda social con un alineamiento hacia la contabilidad ambiental.
Se hizo referencia a la importancia de tener en cuenta temas como la ingeniería financiera, el blockchain contable y los avances de las criptomonedas o criptoactivos.
Cuando se analizaron los avances de los proyectos y la posibilidad de ser aceptados o rechazados en el Congreso de la República, se concluyó que es necesario crear comités de contadores que interactúen con los congresistas, actualmente elegidos como representantes a la Cámara o que hayan sido elegidos como senadores.
De estos dependerá que sean apoyados y aprobados los proyectos, los cuales deben ser conocidos con la debida anticipación por los congresistas, con el fin de evitar que naufraguen como le sucede a muchos proyectos.
Para lo anterior, es preciso elaborar un documento que soporte cada proyecto, debidamente sustentados para que sean aprobados en el Congreso.
Alrededor del tema de las universidades, se dijo que están predominando, para ser académico, los títulos sobre la experiencia, perdiendo así la razón de ser de la profesión.
Como punto negativo se comentó la reducción de semestres en la formación profesional. Inclusive, se propuso que era necesario evaluar los llamados ciclos propedéuticos que actualmente hay para la formación del profesional de la contaduría pública.
Se hizo hincapié en la importancia de la ética y que el profesional ejerza su actividad con independencia.
Finalmente hubo comentarios sobre las escasas posibilidades de los profesionales independientes frente a las big four y la importancia de las habilidades blandas para el profesional.
No se estuvo de acuerdo con el trato que dio el director de la DIAN a los contadores públicos.
Los contadores públicos asistentes fueron: Gherson Grajales Londoño, Harold Cerón Espinosa, Albano Alexander Rojas Britto, Sandra Patrícia Tenorio, Sandra Elena Ríos G., Astrid Villalobos Camacho, Diego Fernando Calero Ruiz, Javier Gallego Ayala, Jorge E Hernández González, Francisco Rivera Giraldo , Miguel A García Lopera, Raúl Fernando Hoyos Calderón, Fabiola Chávez Aragón, Amparo Jiménez, María Yaneth Castillo y José Hernando Zuluaga Marín.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
