La auditoría interna puede enfocarse tanto en la realización de las actividades de aseguramiento como en actividades orientadas a aportar mayor valor a la empresa.
Te presentamos los 10 principios para que el auditor interno realice una auditoría interna eficaz. No los pierdas de vista.
Mediante la auditoría interna se evalúa el sistema de control interno y se detectan hechos generadores de riesgos. Este tipo de auditoría permite también proponer mejoras en el funcionamiento de la entidad.
Entre los objetivos de la auditoría interna se encuentra corroborar que las actividades se realicen de manera oportuna y conforme a las políticas, estrategias y procedimientos definidos por la entidad, para posteriormente emitir un informe al respecto.
Es de resaltar que la auditoría interna puede enfocarse tanto en la realización de las actividades de aseguramiento como en desempeñar actividades orientadas a aportar mayor valor a la empresa. Así lo expone la siguiente infografía:
Al respecto, el Dr. Farley Zuluaga, contador público y especialista en auditoría, en este video comparte principios fundamentales que debe tener en cuenta el auditor interno en el desarrollo de su labor:
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A continuación, los 10 principios para que el auditor realice una auditoría interna eficaz:
Este principio alude a que los auditores internos desempeñen su trabajo con honestidad, buena fe y responsabilidad. Los auditores, además, deben conocer y respetar las leyes y no participar en actividades ilegales o actos que atenten contra el buen nombre de la profesión.
El auditor debe tener el suficiente conocimiento y contar con las habilidades que le permitan desarrollar su trabajo. Además, es importante que garantice que los trabajos cuenten con suficiente personal y supervisión.
Un aspecto que debe resaltarse es que en la aplicación de los conocimientos y habilidades el auditor interno debe guardar un cuidado profesional; para ello, será necesario:
Se trata de mantener una actitud imparcial; esto es, los auditores internos deben ser objetivos en los asuntos de auditoría. Si bien es cierto que mantener este equilibrio es complejo para el auditor que ejecuta su labor en una entidad bajo un vínculo de subordinación, no debe subordinar su juicio en los asuntos relacionados con la auditoría.
Para mantenerse independiente, el auditor interno debe prestar atención a las siguientes recomendaciones:
El encargo de auditoría debe conectarse con las estrategias, objetivos y riesgos de la organización; en este sentido, es importante que el auditor interno conozca los objetivos de la organización y realice su propia evaluación de riesgos. Además, la comunicación con la dirección permitirá alinearse a los fines que se persiguen.
Por otra parte, los auditores internos deben agregar valor a la entidad a la que prestan sus servicios, por lo que el conocimiento y desarrollo de los objetivos de la organización son un factor fundamental para cumplir este cometido.
El auditor interno debe contar con una posición apropiada dentro de la compañía, además de tener los recursos adecuados; esto, considerando que es difícil mantener la integridad, independencia y objetividad sin estar correctamente posicionado y autorizado dentro de la organización.
Para cumplir este principio, debe definirse en el estatuto de auditoría interna la autoridad y responsabilidad de la actividad de auditoría, y ser aprobado por el máximo órgano de control. Además, pueden considerarse las siguientes recomendaciones:
Este principio para el auditor interno significa:
Para que se lleve a cabo una auditoría interna eficaz, el auditor deberá comunicarse efectivamente con la gerencia y la alta dirección.
Es importante que el auditor interno comunique sobre los estatutos de la actividad de auditoría interna, la evaluación general de riesgos, los planes de trabajo, los recursos requeridos y los potenciales impactos de las limitaciones de los recursos.
La gestión del riesgo en el desarrollo de la auditoría, junto con la implementación de controles, ocupan la mayor parte del esfuerzo del auditor, pues constituyen la esencia del trabajo de la auditoría interna.
En este sentido, contar con un marco específico de evaluación de riesgos es recomendable para la compañía. El auditor debe tomar este marco como base para el desarrollo de su función.
El análisis de auditorías anteriores debe efectuarse en la medida en que las observaciones a las acciones pasadas proporcionen hallazgos que generen oportunidades de mejora en un futuro. De igual manera, el auditor interno deberá considerar cómo los riesgos emergentes pueden afectar a la organización o al proceso que se evalúa.
La auditoría interna debe contribuir a la mejora de los procesos al interior de la compañía, la gestión de riesgos y de forma general al control de la organización. Por ello, los auditores internos están llamados a promover las mejores prácticas en todas las áreas y procesos de la organización.