Para Anif, la reducción del desempleo, compensada por la creación de puestos de trabajo formales, requiere la reducción de costos no salariales.
Quienes trabajan de forma independiente enfrentan mayores costos para formalizarse, los cuales son altamente regresivos.
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Marzo de 2023 presentó la tasa de desempleo más baja en lo que va del año (10 %). Específicamente, el empleo por cuenta propia fue protagonista en el aumento de la ocupación para dicho mes.
Eso sí, normalmente el empleo por cuenta propia se relaciona con mayores niveles de informalidad y menores ingresos laborales.
Al respecto, Anif, en su comentario económico En marzo aumentó el empleo, pero sobre todo el de menor calidad, considera que la reducción del desempleo, compensada por la creación de puestos de trabajo formales, requiere la reducción de costos no salariales, ya que las mayores barreras a la contratación suelen dejar por fuera de la actividad formal a la población más vulnerable del país.
Tememos que la propuesta de reforma laboral que presentó el Gobierno resulte en una menor capacidad de creación de empleo formal y, en consecuencia, en una mayor concentración de las personas ocupadas en el trabajo por cuenta propia, así como una mayor informalidad en la composición del empleo particular.
Resalta que una reforma que sea ajena a las dinámicas del mercado laboral colombiano podría tener repercusiones negativas en formalidad y empleo, sobre todo para las personas más vulnerables y de menores ingresos.
Este año será complejo para el país en materia económica, ya que se espera una desaceleración. Además, indica Anif, se podrían incluir rigideces adicionales en la normativa laboral que podrían jugar en contra de la formalidad e incluso de la generación de empleo.
Por parte de la entidad, las expectativas de crecimiento para 2023 son del 0,9 %. Todo lo anterior conduce a que la capacidad de la economía para generar puestos de trabajo sea baja para los meses siguientes, especialmente durante el segundo semestre del año.
Para abril, nuestras proyecciones indican una tasa de desempleo entre el 10,2 % y el 10,7 %, lo que representaría una disminución de entre 0,5 puntos porcentuales –pp– y 1 punto porcentual en comparación con abril de 2022 (11,2 %).
El empleo del país se concentra en el trabajo por cuenta propia y en las microempresas. El 66 % de las personas ocupadas trabaja por cuenta propia o en establecimientos con 10 o menos empleados:
Estos son negocios que hacen parte del diario vivir de los colombianos y que cuentan con capacidades muy limitadas para cumplir con cabalidad con los costos laborales que implica la formalidad.
En el caso del trabajo por cuenta propia, en gran medida se compone de personas que, debido a la necesidad de conseguir medios para vivir y la falta de oportunidades para conseguir empleo, han tenido que recurrir a lo que se denomina “emprendimiento de subsistencia”.
Anif describe que el 78 % de los trabajadores por cuenta propia tienen ingresos laborales mensuales menores o iguales al salario mínimo. Este es también el caso del 67 % de las personas que se encuentran ocupadas en negocios con 10 o menos trabajadores.
La baja productividad que se presenta en estas formas de trabajo limita su crecimiento y pone en evidencia las dificultades para cumplir con la rigidez que implica la formalidad.
En contraste, las empresas de mayor tamaño contratan a la gran mayoría de sus empleados con ingresos superiores o iguales al salario mínimo, pero tan solo poseen el 34 % del total de trabajadores del país.
Además, el 80 % de las personas que trabajan por cuenta propia no cuentan con ningún tipo de contrato. En los negocios más pequeños, con 10 o menos trabajadores, solo el 22 % tiene un contrato a término fijo o indefinido.
En cambio, dentro de las empresas con más de 10 empleados, más de la mitad de los trabajadores cuenta con contratos a término indefinido, lo cual es acorde a trabajos formales con ingresos superiores o iguales al mínimo.
Por lo tanto, la alta acumulación de personas en el trabajo por cuenta propia y en negocios muy pequeños de baja productividad impide que puedan hacer frente en muchas ocasiones a las rigideces presentes en la normativa laboral, quedando así en condiciones precarias como la informalidad y, por tanto, desprotegidos de la seguridad social.
Para Anif, es necesario tener presente que la contratación formal implica costos adicionales para los empleadores que van más allá del salario que devengan sus trabajadores.
De igual manera, quienes trabajan de forma independiente enfrentan mayores costos para formalizarse, los cuales son altamente regresivos, pues para quienes tienen menores ingresos resulta más costoso cotizar a seguridad social en proporción a sus ingresos.