Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Con educación financiera los niños adquieren conocimientos y habilidades para construir un comportamiento financiero responsable.
Pueden ayudar a sus familias a elaborar planes de ahorro.
Un uso responsable de las finanzas personales puede ser un instrumento para prevenir la deserción escolar.
¿Cuál es el estado en cuanto a educación e inclusión financiera en los diferentes países de Latinoamérica? Esa es la inquietud que se formula la Asobancaria en su semanario Banca & Economía, por medio del artículo Educación Financiera en Colegios: ¡A implementar y evaluar!, el cual busca concientizar la importancia de educar a los niños en este sentido.
El Banco de Desarrollo de América Latina –CAF– presenta una serie de factores clave, iniciando con el ahorro. En este punto, el promedio de Colombia, Brasil, Ecuador y Perú muestra que el 63,5 % de personas no ahorran y quienes sí, lo hacen mayormente de manera informal.
En el caso de Colombia, el 77 % de personas que ahorran guardan el dinero en efectivo en su casa, un porcentaje notablemente mayor de personas ahorrando informalmente frente a los otros países encuestados.
En Brasil el resultado es diferente, el 72 % de personas que ahorran lo hace a través de cuentas de ahorro, lo cual es un resultado muy superior al de Colombia y demás países, evidenciando los avances de esta nación por incentivar el ahorro formal.
En general, los demás resultados muestran una mala gestión de riesgos y poca planeación del futuro en los habitantes de estos países, sobre todo cuando se habla del largo plazo.
Estos porcentajes plantean objetivos claros en cuanto a planeación financiera y brindan perspectivas sobre la importancia de la educación financiera, con énfasis en los jóvenes.
Desde el 2005, organismos como la OCDE han impulsado la importancia de la educación financiera en colegios, recomendando incluirla en los distintos planes de estudio y desde una edad temprana, permitiendo así que los niños adquieran los conocimientos y habilidades para construir un comportamiento financiero responsable e incluso ayuden a sus familias a elaborar presupuestos y planes de ahorro. Según indica la Asobancaria:
La enseñanza de educación financiera, especialmente en el ámbito escolar, es pertinente por varias razones. En esta etapa los niños, niñas y jóvenes están preparados para absorber, recordar y aplicar el conocimiento que reciben en las aulas.
Adquiriendo este tipo de conocimiento pueden convertirse en agentes de cambio frente a las decisiones financieras de sus hogares, asimismo, formando buenos hábitos financieros desde temprana edad es más probable que obtengan múltiples beneficios a lo largo de la vida adulta.
Por otro lado, un uso responsable y asertivo de las finanzas personales o familiares puede ser un instrumento eficaz para prevenir la deserción escolar, lo que incrementa las oportunidades de los jóvenes para avanzar en su proyecto de vida a mediano y largo plazo.
Los esfuerzos conjuntos de organizaciones y gobiernos a nivel mundial para incrementar el impacto de la educación económica y financiera a nivel escolar han aumentado con los años, demostrando la gran importancia de la enseñanza de estos temas en niños y jóvenes.
Sin embargo, todavía se evidencian grandes brechas en la inclusión financiera, el comportamiento y la toma de correctas decisiones financieras, hechos que impactan las vidas económicas individuales y la economía en su conjunto.
Siguiendo las recomendaciones de organizaciones como la OCDE y con el objetivo de fomentar la educación económica y financiera en colegios de Colombia, Asobancaria, Fasecolda y el Ministerio de Educación impulsaron el programa Nueva Pangea, una estrategia lúdica que facilita el fortalecimiento de habilidades y conocimientos básicos financieros para gestionar el riesgo orientado a la formación de competencias mediante la generación de experiencias pedagógicas transversales al currículo escolar.
En 2021 se avanzó en el tema. En julio se finalizó el desarrollo de los materiales digitales e impresos para la realización del piloto de este programa que se llevó a cabo en octubre, impactando a más de 1.000 jóvenes de todo el país, culminando así un gran conjunto de esfuerzos de forma exitosa que permitirá iniciar la implementación de forma nacional en 2022 junto a un estudio de medición de impacto.
Aproximándonos a la mitad de la vigencia del convenio entre el Ministerio de Educación Nacional y Asobancaria han sido muchos los logros alcanzados y retos enfrentados, sin embargo, el mayor apenas comienza con la implementación final del sistema.
Desde Asobancaria se seguirán destinando grandes esfuerzos y recursos para cumplir la meta, sin olvidar que este propósito solo será posible si el Ministerio de Educación Nacional, las entidades del Gobierno responsables y el sector privado en su conjunto duplican sus esfuerzos al respecto.
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