Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Equipos de auditoría: retos que tienen para que su labor sea de alta calidad


Equipos de auditoría: retos que tienen para que su labor sea de alta calidad
Actualizado: 7 marzo, 2019 (hace 5 años)

La legislación, conflictos de intereses, enfoque basado en riesgos, equipo de auditores con involucramiento de especialistas y estricto cumplimiento de códigos de ética y conducta son los principales retos en cuestión de calidad de la auditoría. KPMG realiza un análisis de estos.

En su publicación El ABC de la Calidad del Auditor Externo, KPMG afirma que el continuo desarrollo de los negocios, la complejidad de las transacciones y la creatividad financiera e invocación tecnológica (fintech, blockchain, entre otros) son factores que han hecho que la contabilidad sea cada vez más compleja y, en consecuencia, la función de la auditoría también.

Por lo anterior, «se requiere que los equipos de auditoría involucren con mayor frecuencia a profesionales en conocimientos técnicos especializados: ingenieros de sistemas, abogados y valuadores, principalmente, que le permiten al auditor realizar pruebas y análisis apropiados en sus papeles de trabajo y cumplir con las expectativas de sus clientes y reguladores», indica el informe.

“los códigos de ética y conducta no solo deben existir, sino que también deben estar presentes en el día a día del actuar de los equipos de auditoría”

Desde el punto de vista de KPMG, los códigos de ética y conducta no solo deben existir, sino que también deben estar presentes en el día a día del actuar de los equipos de auditoría. «Su estricto cumplimiento permitirá que el trabajo se desarrolle en un ambiente que mitiga el riesgo de comportamientos inapropiados o desconocimiento de reglas mínimas para atender un servicio y estar dentro de los estándares que regulan la profesión contable», afirma KPMG.

El contador público, como auditor externo, desempeña su función en un ambiente de constantes cambios de negocio, regulación, complejidad en estructuraciones financieras y desarrollos tecnológicos, lo cual obliga a que la profesión siempre esté a la vanguardia de estos cambios, de manera que los auditores se vean en la necesidad de ser innovadores en desarrollos tecnológicos y relacionamiento, anticipándose a las necesidades del mundo actual, cumpliendo los más altos estándares de valores éticos y de conducta.

Retos en cuestión de calidad de auditoría

Los legisladores no negocian la aplicación de la normatividad y las normas de auditoría generalmente aceptadas a los lineamientos internos de cada firma auditora son reglas que se deben cumplir y no quedan a criterio del auditor. Sin embargo, estas situaciones dan origen a la creatividad e innovación al momento de realizar las auditorías, lo cual genera que las firmas de auditoría inviertan en tecnología, entrenamiento y conocimiento técnico para lograr eficiencia y efectividad en los procesos.

Los conflictos de intereses son otro reto, ya que se originan ambientes de interacción de muchos jugadores que afectan la prestación de un servicio profesional realizado por un contador público. Por lo anterior, con la Ley Sarbanes-Oxley se establecen reglas claras para afrontar conflictos de intereses y de servicios, que pueden y no deben ser prestados por la misma entidad que realiza la función de auditoría externa. «Las firmas de auditoría han desarrollado bases de datos y comunicación permanente a nivel mundial para reaccionar en poco tiempo y con un alto grado de certeza para cumplir con las reglas locales e internacionales requeridas y poder concluir si los servicios pueden ser prestados», indica KPMG.

El enfoque basado en riesgos es tal vez la principal diferencia que existe con respecto a las auditorías de hace dos décadas. Este enfoque le permite al auditor comenzar su proceso de auditoría con una identificación clara de los riesgos del negocio, y así direccionar desde la planeación el alcance, oportunidad y desarrollo de las pruebas, la identificación de los profesionales apropiados para desarrollarlas y una comunicación de doble vía con el cliente auditado. De esta manera, se pueden identificar las transacciones inusuales en el momento oportuno para ser analizadas con el nivel de detalle requerido y con la especialidad a que haya lugar. El riesgo del negocio es el riesgo del auditor.

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