Las capacidades científicas y/o técnicas requeridas son una variable para establecer los honorarios del contador público, opina Hernán Alonso.
Para Mariana Matamoros, un profesional contable podría cobrar por servicios y proyectos específicos sin estar ligado a un trabajo de 48 horas semanales.
Estas últimas semanas hemos publicado diversas opiniones sobre un tema polémico en la profesión, como el valor de los honorarios del contador público. Una temática que será el eje de nuestro especial del Día del Contador Público Colombiano el próximo 1 de marzo.
Continuando con estos puntos de vista, María Del Pilar Duitama Jiménez, contadora pública conocida en las redes sociales como Miss Pili, fundadora y líder de investigación y capacitación de la Escuela de Formación y Enseñanza Contable Confiar, afirma que el trabajo del contador debe estar sujeto a un contrato laboral:
En este se debe definir claramente el alcance que se tiene de las labores. Así evitamos tener que cargar con tareas que no corresponden a la labor contratada.
Por otra parte, piensa que el valor de los honorarios se deberá pactar conforme a los servicios contratados y observando la experiencia, conocimientos y competencias del profesional a contratar.
Hernán Alejandro Alonso Gómez, contador público, profesor, investigador de la Universidad de Cundinamarca, explica que al cobrar un valor por los servicios ofrecidos se deben considerar la importancia y circunstancias específicas del servicio y el cliente, y la experiencia.
También, la capacidad científica y/o técnica requerida junto con los recursos humanos, tecnológicos y físicos que se debe involucrar para llevar a cabo la labor en cumplimiento de estándares profesionales y éticos
Además, no puede darse por un tarifario descontextualizado y determinante.
Mariana Matamoros, contadora pública, economista e investigadora principal de la Línea de Justicia Fiscal de Dejusticia, destaca que los profesionales contables tienen el conocimiento técnico y legal para llevar a cabo el análisis de la actividad financiera, contable y tributaria de cualquier entidad pública o privada.
En muchas ocasiones, dependiendo de la experiencia, educación y habilidades, pueden ejercer como revisores fiscales, auditores, gerentes de costos, financieros, investigadores, académicos y hasta asesores de cualquier tipo de entidad.
Por todo lo anterior, piensa que un profesional de la contaduría, teniendo en cuenta también su experiencia y sus capacidades, podría cobrar por servicios, productos y/o proyectos específicos, sin la necesidad de estar ligado a un trabajo de 48 horas semanales, pues sus actividades dependen mayoritariamente de la información disponible, la cual se genera con cierta periodicidad dependiendo del sector.
Ahora bien, el valor de los servicios del profesional de la contaduría varía de acuerdo a factores como educación, experiencia, confidencialidad de la información a manejar, premura del servicio y/o proyecto, incluso si las entidades que solicitan el servicio son grandes o pequeñas.
Estos son factores claves que el profesional debe evaluar minuciosamente para no permitir la degradación de su trabajo y posicionar la labor del contador, pues «desafortunadamente, muchos profesionales contables han permitido que les paguen menos de un salario mínimo por labores que son indispensables para personas naturales y jurídicas».