IFAC socializó con académicos una nueva definición de contabilidad para conocer sus implicaciones en la educación contable.
Los estudiantes deben estar en condiciones de desarrollar y mantener, con base en el uso del juicio, la toma de decisiones y una apreciación de los efectos de la contabilidad.
IFAC, en su artículo Redefiniendo la contabilidad para el mañana, propone una nueva definición de contabilidad como “una práctica técnica, social y moral preocupada por la utilización sostenible de los recursos y la rendición de cuentas adecuada a las partes interesadas para permitir el florecimiento de organizaciones, personas y naturaleza”.
Los contadores públicos necesitan apreciar y comprender los efectos de la contabilidad en las organizaciones, las personas y la naturaleza para ayudar a dar forma a un mundo mejor.
IFAC también socializó la anterior definición con los académicos para conocer sus implicaciones en la educación contable. Al hacerlo, se invitó a los docentes a hacer que la educación contable sea más central para el desarrollo contable:
Los educadores juegan un papel clave en permitir que los aspirantes a contadores públicos aprecien sus obligaciones. Es crucial para el futuro de la profesión contable que la contabilidad desempeñe un papel importante en la respuesta a las «grandes preguntas» de la sociedad y en la solución de sus «problemas perversos» (crisis climática, pandemias, sostenibilidad, pobreza y la desigualdad, entre otros).
La nueva definición de contabilidad podría aplicarse en un ecosistema educativo a través de tres preguntas conceptuales clave:
La contabilidad debe ser estudiada y evaluada en los contextos en los que opera. Ya sea que cambie o se resista al cambio, la contabilidad tiene consecuencias para el comportamiento humano, para dar forma a la cultura organizacional y para condicionar la forma en que pensamos y lo que hacemos.
Un medio clave para entender la contabilidad en sus contextos es a través de estudios de casos, sea dentro de contextos organizacionales y sociales específicos, o representando escenarios aceptablemente realistas, para discusión, debate y una mejor comprensión.
Los estudios de casos no son nuevos en contabilidad. Sin embargo, es necesario centrarse en identificar y evaluar los efectos de la contabilidad en contextos donde opera para comprender y articular las implicaciones de la contabilidad para el funcionamiento y el desarrollo organizacional y social. Esta es una extensión necesaria cuando la contabilidad se redefine como una práctica técnica, social y moral.
La educación contable basada en casos ayuda a desglosar la noción, sostenida por muchos estudiantes, que quizás se expresa mejor en su siguiente pregunta, que a menudo se plantea: ¿cuál es la respuesta correcta? Lamentablemente, el uso de esta pregunta por parte de los estudiantes de hoy parece estar llegando al punto de saturación.
La idea es también incentivar, desde la academia, a los futuros contadores a ofrecer a la sociedad más de lo que ofrece una mentalidad de aparentemente «contabilidad correcta».
Por lo tanto, se incentiva a los profesionales contables para que contribuyan a responder «grandes preguntas» y a resolver «problemas perversos», trabajando en conjunto con otras disciplinas, para mayores perspectivas de promover no solo el interés público, sino también intereses generales.
Los estudiantes deben estar en condición de desarrollar y mantener, con base en el uso del juicio, la toma de decisiones y una apreciación de los efectos de la contabilidad.
Bajo esta orientación, la contabilidad resulta ser una disciplina intelectualmente estimulante que, aunque desafiante, tiene un potencial considerable para ser emocionante en interés del bien social para permitir el florecimiento de las organizaciones, las personas y la naturaleza.