El impuesto mínimo global se aplicará a multinacionales con ingresos superiores a 750 millones de euros.
Podría generar alrededor de 150.000 millones de dólares en ingresos fiscales globales adicionales anualmente.
Se impondría a cerca de 100 multinacionales alrededor del mundo.
Luego de que la OCDE concretara un impuesto mínimo global y general del 15 % para las empresas multinacionales, el cual regirá a partir de 2023, la entidad publicó las reglas para ayudar en la implementación de una reforma histórica del sistema tributario internacional.
Las reglas definen el alcance y establecen el mecanismo para las llamadas reglas Global Anti-Base Erosión –GloBE– bajo el Pilar Dos, que introducirán una tasa impositiva corporativa mínima global del 15 %.
El impuesto mínimo se aplicará a las empresas multinacionales con ingresos superiores a 750 millones de euros, y se estima que generará alrededor de 150.000 millones de dólares en ingresos fiscales globales adicionales anualmente.
Las reglas GloBE establecen un sistema coordinado de impuestos destinado a garantizar que las empresas multinacionales paguen este porcentaje mínimo de impuestos sobre la renta que surja en cada uno de los países donde se encuentran.
Las reglas crean un impuesto complementario que se aplicará a las ganancias en cualquier país, siempre que la tasa impositiva efectiva, determinada sobre una base jurisdiccional, esté por debajo de la tasa mínima del 15 %.
Las nuevas reglas ayudarán a los países a incorporar las GloBE a la legislación nacional en 2022. De igual forma, proporcionan un sistema coordinado de reglas entrelazadas que:
Como lo explica la OCDE, «las reglas también abordan el tratamiento de adquisiciones y enajenaciones de miembros del grupo e incluyen reglas específicas para tratar con estructuras de tenencia particulares y regímenes de neutralidad fiscal».
Finalmente, las reglas abordan los aspectos administrativos, incluidos los requisitos de presentación de información, y establecen reglas de transición para las empresas multinacionales que quedan sujetas al impuesto mínimo global.
Desde el punto de vista de la entidad, la importancia de este tributo es tal que se prevé que reasignarán más de 125.000 millones de dólares de ganancias de alrededor de 100 multinacionales a países de todo el planeta, asegurando que estas multinacionales, entre las que se encuentran los gigantes tecnológicos, paguen una cuota justa de impuestos donde quiera que operen y generen beneficios.
En el documento publicado, la OCDE explica por qué surgió este impuesto global a multinacionales:
La digitalización y globalización han tenido un impacto profundo en las economías y la vida de las personas en todo el mundo, y este impacto solo se ha acelerado en el siglo XXI. Estos cambios han traído consigo desafíos a las reglas para gravar los ingresos comerciales internacionales, que han prevalecido durante más de cien años y han creado oportunidades para la erosión de la base y la transferencia de ganancias.
Por lo anterior, se requieren medidas audaces por parte de los responsables políticos para restaurar la confianza en el sistema y garantizar que se graven las ganancias donde se desarrollan las actividades económicas y se crea valor.